Culiacán, Sin. El Obispo de la Diócesis de Culiacán Jonás Guerrero Corona, bendijo los Oleos que se distribuirán a toda la parroquia para administrar los sacramentos, y a la vez renovó junto con su presbiterio sus compromisos sacerdotales de obediencia y castidad.
Los más de 180 sacerdotes que concelebraron con el Obispo entraron en la Catedral por la Puerta de la Misericordia y durante la homilía el Obispo les solicitó renovar sus promesas y ser fieles a su ministerio pese a las adversidades y les pidió que al renovar las promesas sacerdotales desde sus corazones le pidan al Señor los apartes del egoísmo que les impide la solidaridad con sus hermanos.
En la Catedral basílica de Nuestra Señora del Rosario, el prelado católico reiteró el llamado a los sacerdotes ser benevolentes con los más necesitados y a los católicos los invitó a que se acerquen a la iglesia y celebren la fiesta sacramental para que sean anunciadores de paz en estos tiempos donde predomina la violencia.
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La Misa Crismal es una ceremonia litúrgica en la que se consagran el Santo Crisma y los Santos Óleos. Con el Santo Crisma consagrado por el Obispo en esta Eucaristía se ungen los recién bautizados, se hace la unción a los que se confirman y se ungen las manos de los presbíteros en su ordenación sacerdotal, la cabeza de los Obispos en su ordenación episcopal y las iglesias y los altares en su dedicación.
Con el Óleo de los catecúmenos, éstos se preparan y disponen al Bautismo, mientras que, con el Óleo de los enfermos, éstos reciben el alivio en su debilidad. La palabra crisma proviene de latín “chrisma”, que significa unción.
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