Culiacán, Sin.- El 2022 se perfila como el año más letal de lo que va del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador, y en Sinaloa la embestida dio un tiro de gracia con el asesinato de Luis Enrique Ramírez, una de las plumas más reconocidas a nivel nacional.
A este suceso, se le suma este domingo 15 de mayo el quinto aniversario luctuoso del crimen del fundador de Ríodoce, Javier Valdez Cárdenas, cuyos presuntos responsables materiales fueron sentenciados, pero falta llevar a juicio a Dámaso López Serrano, el Mini Lic, el narco que según la FGR lo mandó matar por escribir un perfil periodístico.
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Las cuentas de impunidad que está dejando la Cuarta Transformación en el país incluye el asesinato de 35 periodistas, siendo este año en curso el más violento para la prensa, con 11 casos, los últimos dos en Veracruz, donde las autoridades locales y federales han criminalizado a Yesenia Mollinedo Falconi y Johana García Olvera, reportera y camarógrafa del medio El Veraz de Cosoleacaque, Veracruz.
El anterior año con más casos fue el 2019, cuando se contabilizaron 10 asesinatos, mientras que 2020 y 2021 terminaron con 7 crímenes cada uno. A esta sumatoria se agrega las campañas de desprestigio al gremio por parte del presidente López Obrador, quien acusa de prensa conservadora, chayotera o neoliberal cuando se siente criticado.
Un recuento que deja al periodismo vulnerable
La cuenta mortal de 2022 inició cuando el 10 de enero pasado asesinaron al reportero José Luis Gamboa de Veracruz. El crimen fue perpetrado a puñaladas afuera de su domicilio.
Una semana después, en Tijuana fue asesinado el fotoperiodista colaborador del semanario Zeta, Alfonso Margarito Martínez y el 23 un sicario dio muerte a Lourdes Maldonado, quien incluso había acudido a una conferencia mañanera de AMLO para denunciar al ahora ex gobernador Jaime Bonilla. La periodista nunca tuvo protección real.
Por estos crímenes, la Fiscalía de Baja California vinculó a proceso a varios hombres a quienes atribuyó pertenencia al crimen organizado.
Para finalizar enero, en Zitácuaro, Michoacán, fue ejecutado en su casa el periodista de Monitor Roberto Toledo y el 15 de marzo le tocó el turno a su jefe y amigo, Armando Linares.
La oleada siguió con Heber López el 11 de febrero en Salina Cruz, Oaxaca, por cuyo caso detuvieron y vincularon a dos sujetos.
El 24 de febrero fue asesinado José Luis Camero en Empalme, Sonora, quien era funcionario al momento del ataque y las autoridades del estado vincularon el crimen al narcomenudeo. Hay dos personas procesadas.
En Zacatecas, el 4 de marzo, fue asesinado Juan Carlos Muñiz, en medio de una guerra devastadora entre los cárteles de Sinaloa y Nueva Generación. En este caso hay un detenido, pero el móvil no fue revelado.
Cuando se pensaba que los asesinatos de periodistas se habían calmado, pues en abril no se reportó ningún caso, el 5 de mayo, cuando el gremio sinaloense se disponía a recordar un aniversario luctuoso más de Javier Valdez, fue encontrado sin vida el cuerpo de Luis Enrique Ramírez.
Cuatro días después, el 9 de mayo, las periodistas Yesenia Mollinedo Falconi y Johana García Olvera fueron acribilladas afuera de un Oxxo en Veracruz. En el caso de ellas, las autoridades se aprontaron a vincular a Yesenia con el crimen organizado.
Por otro lado, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, también pifió al asegurar que ya estaban identificados los responsables del homicidio de Luis Enrique, cosa que fue desmentida por la fiscal de Sinaloa, Sara Bruna Quiñones.
Este domingo, la conmemoración de los cinco años de Javier Valdez, se convierte en el marco de un gremio golpeado, amordazado y violentado en Sinaloa y el resto del país.
35
Son los periodistas asesinados en el curso del sexenio de López Obrador.
99%
De impunidad en los casos, estima Artículo 19, al no detener a la mayoría de los perpetradores.
REVICTIMIZAR
Al revelarse que los móviles de asesinatos de periodistas no tienen que ver con su profesión, las autoridades tratan de desmarcarse de la agresión a la libertad de expresión para desorientar a la opinión pública.
