Culiacán, Sin. Niños que no van a la escuela, personas con desnutrición, adicciones a drogas fuertes y hasta prostitución, es lo que se encuentra uno al visitar colonias como la 5 de febrero, La Esperanza, Las Coloradas, Las Cascadas, San Benito y Loma de Rodriguera, informó la directora de Atención a Colonias del Ayuntamiento de Culiacán, María de la Luz Reyes García.
Señaló que las instituciones que se encargan de vigilar que se cumplan los derechos a la niñez, las mujeres y las familias, se han portado indiferentes ante las problemáticas que habitan en las colonias de la periferia de la capital del estado.
Es impactante que llegues a un hogar y encuentres todos estos problemas en una familia, de veras que te parte el corazón ver cómo están sobreviviendo.
Reyes García.
En este sentido, expuso que hay insensibilidad por parte de las instituciones para salir a las calles y buscar a estas familias para brindar atención eficiente, humana y comprometida.
Comentó que desde el área de Atención a Colonias del Ayuntamiento, están acudiendo con regularidad a las colonias y asentamientos irregulares, con la finalidad de canalizar las problemáticas encontradas con el ayuntamiento y las instituciones encargadas de atender la violencia familiar, drogadicción y más.
La doctora en Trabajo Social, Reyes García compartió que desconoce el trabajo que está haciendo el Consejo Estatal para la Prevención y Atención de la Violencia Familiar (CEPAVIF), aquí en Culiacán.
El mismo que, bajo la dirección de Gabriela Inzunza, la semana pasada estuvo repartiendo calcomanías color naranja e información de qué es y cómo denunciar la violencia familiar, en la colonia Cañadas y en el Centro Cívico Constitución.
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A estas acciones, Reyes García dijo que se necesita cambiar los métodos y reinventarse.
Ya nos dimos cuenta que esa mecánica no funciona, necesitamos reinventar los institutos para que de verdad atiendan las problemáticas sociales. Reyes García
Estas colonias que se han detectado como focos rojos, no de hace poco, ya llevan tiempo sumidas en una violencia sistemática en donde las dependencias que deberían entrar hacen poco por atender la problemática.
Hasta la fecha, de los pocos programas que se han realizado son las de secundarias seguras, en donde se han creado comités de vigilancia bajo la batuta de padres de familia. Estas zonas mencionadas además también padecen el azote de la violencia familiar.
En Culiacán, la Policía Municipal creó la unidad para la atención de la violencia de género, la cual cuanta con menos de 20 elementos poco capacitados para enfrentar el grave problema que se vive en la capital de Sinaloa.
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