En Culiacán y otras ciudades de Sinaloa cada vez es más común ver espectaculares y publicidad en la que clínicas de fertilidad y médicos especialistas anuncian tratamientos y acompañamiento en el procedimiento de gestación subrogada.
Este procedimiento se realiza mediante un acuerdo por el que una mujer accede a gestar el ovulo fecundado de otra pareja para que sean padres, consiste en prácticas clínicas y biológicas a través de métodos y técnicas de reproducción científicas acreditadas y probadas por la Secretaría de Salud; generalmente quienes recurren a esta alternativa son parejas con problemas de fertilidad y parejas del mismo sexo.
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En países como España, Dinamarca, Canadá, Reino Unido, Nueva Zelanda y Australia esta práctica está prohibida al considerar que violenta los derechos de la mujer géstate y el infante gestado, en México solo en Sinaloa y en Tabasco está permitida la maternidad subrogada.
El código familiar del estado de Sinaloa señala las cuatro modalidades de maternidad subrogadas permitidas en la entidad, las cuales son subrogación total, parcial, onerosa y altruista, en cualquiera de ellas la madre subrogada deberá comprobar con un expediente médico una imposibilidad física o contradicción médica para gestar al feto en su vientre.
Establece también que la madre gestante debe tener entre 25 y 35 años de edad, gozar de buena salud, contar con al menos un hijo consanguíneo, no haber estado embarazada en el último año y no ser el segundo embarazo subrogado consecutivo, además de otras disposiciones y condiciones generales del procedimiento de maternidad subrogada.
Sin embargo es necesario regular esta práctica, proteger los derechos y la salud fiscal y emocional de las madres gestantes, garantizar el interés superior de la niñez y el derecho a la familia.
En Sinaloa organizaciones pro vida se han pronunciado en contra de esta práctica, argumentando los derechos de los infantes y pugnando por el desarrollo del embarazo de forma natural y tradicional.
Mientras que la Secretaria de las Mujeres, María Teresa Guerra Ochoa ha calificado esta práctica como clasista al utilizar los cuerpos de mujeres, generalmente en condiciones de pobreza y vulnerabilidad, para convertirse en padres, por lo que ha declarado que es necesario una profunda regulación en esta materia.
“Sinaloa es de los pocos estados que permite la renta de vientres y no deja de ser para nosotros un tema de mucho clasismo, quien utiliza este procedimiento tiene recursos, medios altos, y quien renta el vientre generalmente es mujer de escasos recursos, es algo que queremos analizar con mayor profundidad y contribuir desde la Secretaría de las Mujeres a que los derechos de las mujeres y de las que quieran tener hijos se respeten”, declaró Guerra Ochoa.
Son muchos factores los que están fuera de la legislación, como posibles consecuencias en la salud física y mental de la mujer que rentó el vientre, el coste de los gastos médicos, la remuneración a la madre gestante y la protección de los derechos del infante gestado en vientre de alquiler.
Así mismo la Secretaría de Salud debe llevar un control y seguimiento de cada uno de los procedimientos de renta de alquiler, no obstante la mayoría de éstos se realizan en clínicas y hospitales privados, por lo que no hay registro en Sinaloa de cuantos embarazos subrogados se realizan anualmente.
“Para nosotros es un tema que debe ser mejor regulado, mejor controlado, debe de llevarse seguimiento (…) porque no debe de quedar solamente a manos de las clínicas de los médicos desde la selección de quienes son las mujeres que rentan el vientre y tan laxo como que no haya seguimiento de Salud”, señaló la Secretaria de las Mujeres.
Colectivos feministas coinciden en esta postura, en regular la maternidad subrogada analizando a profundidad el tema con la participación de la Secretaría de Salud, el Congreso del Estado, la Secretaría de las Mujeres y organizaciones de la sociedad civil.
Priscila Salas, líder del colectivo No te Metas con Nuestras Hijas señala que la prohibición de esta esta práctica, como muchas otras (el aborto o el consumo de mariguana), aumenta la incidencia delictiva, la clandestinidad, vulnera a las mujeres y niños y pone en riesgo la salud de las mujeres gestantes.
“Creo que es importante que se haga un estudio jurídico sobre la maternidad subrogada o los vientres de alquiler, nosotras estamos total y absolutamente a favor de una regulación muy puntual y muy estricta sobre la maternidad subrogada, creemos que al prohibirse a quienes se pone en riesgo y se vulnera es a las mujeres”, expresó.
“Hay que regular con mucho cuidado porque las cosas no van a dejar de suceder nada más porque la ley lo diga”.