El Bóxer fue abatido la noche del sábado 6 de agosto, cuatro días transcurrieron para que el alcalde de Culiacán, Juan de Dios Gámez Mendívil diera las "buenas nuevas", aseverando que se adquirirán quince patrullas nuevas, 450 chalecos de última tecnología e incluso retomo el tema del incremento de sueldo. Sin embargo, a un mes de las declaraciones, el aumento no se ve reflejado en los bolsillos de los policías, y el material aún no llega.
Desde finales de julio, Gámez Mendívil lleva arrastrando el aumento salarial de los elementos, fue en estas mismas fechas en las cuales dijo que a partir de agosto ya se vería reflejado el aumento del 4%. Después del crimen del bóxer, retomo el tema indicando que ya estaban viendo lo del aumento, a pesar de que supuestamente ya se les debió de haber brindado.
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El Sol de Sinaloa realizó un sondeo entre elementos municipales, estos expresaron estar inconformes al recibir solo el 4 por ciento de aumento.
Los encuestados dijeron estar conscientes de lo que dicta la Ley de Seguridad Pública de Sinaloa, por lo cual se encuentran poco contentos con el supuesto aumento.
Según la ley, en el artículo 34 se estipula que el aumento del salario de los elementos debe ser acorde a la inflación que se registre en el país anualmente, más el uno por ciento.
El 2021 cerró con una cifra histórica, culminando en una inflación del 7.36 por ciento. En perspectiva, el aumento que les corresponde este año es debería ser mayor al 8 por ciento, sin embargo, el dictamen del alcalde queda a deber, debido a que los policías tienen 4 años sin tener ningún incremento salarial y el porcentaje expuesto por el alcalde no alcanza la cifra que corresponde a este año.
A pesar de ser conscientes de que el aumento no es justo, los elementos comentan que no les queda otra opción que aceptarlo, porque están orillados a aplicar el clásico “peor es nada”. De igual forma dijeron que no están en posición para manifestarse, debido a que esto significa tiempo y la corporación no les perdonara las faltas.
La incertidumbre de cuando se verá reflejado, es otra cuestión que los mantiene incómodos y descontentos.
Al respecto, José Luis Leal Lomas, subdirector de la Policía Municipal, comentó que se está trabajando en el aumento, sin poder brindar fechas claras de cuando estará a disposición en los bolsillos de la paramunicipal.
No solo es el sueldo, también falta equipo
Gámez Mendívil dijo que se adquirirán 450 chalecos antibalas de última tecnología y 15 patrullas, aunque estos insumos le vienen bien a la policía, hay otras carencias en las cuales el ayuntamiento también tiene que prestar atención.
“Mire estos tenis, me costaron más de dos mil pesos, no tengo ni dos meses y ya están todos jodido. Y eso me costó a mí”, menciona un agente ciclista.
Así mismo, informa que hay un gran déficit en los materiales de trabajo que la corporación brinda a los elementos, apuntando que lo poco que tienen ya es demasiado viejo y no es de la mejor calidad.
De los elementos encuestados, la mayoría tiene más de 5 años con sus chalecos antibalas, asimismo comentan que estos ya se tornan desgastados debido a que con ellos no solo enfrentan al crimen, sino también a las condiciones climatológicas que aceleran su desgaste; la mayorías de elementos se encuentran en la misma situación, con equipo gastado el cual es necesario cambiar para poder asegurar su protección y poder llevar acabo sus labores de protección.
Pocos recursos y mucha espera
La licitación para la adquisición de los chalecos abrió la convocatoria desde el 30 de agosto hasta el 7 de septiembre, posteriormente entrarán en acto de presentación y apertura de proporciones técnicas el 14 de septiembre, el 15 se hará la prueba de balística y el acto de fallo será emitido el 20 de septiembre, en el cual se deberá de aceptar la propuesta más barata y que cumpla con las necesidades estipuladas.
La compra de los chalecos de uso exterior nivel III-A incluye las placas balísticas nivel IV.
Por otro lado, la licitación para adquirir 15 camionetas fue lanzada 24 de agosto, marcando como fecha límite para adquirir bases el 2 de septiembre y se dictaminara el fallo el 13 de septiembre.
Lo sorprendente es que el gobierno municipal ya estaban al tanto de las carencias que aquejan a los agentes y a pesar de eso, no fue sino hasta que ocurrió el trágico evento del asesinato del “bóxer” cuando decidieron atender la problemática.
Fue en un momento donde la moral de los policías se encontraba dañada; sin embargo, las “buenas noticias” no son tomadas como tal, debido a que saben que por ley merecen más, pero la resistencia tampoco es una opción.
