El gobierno de Estados Unidos arreció la cacería en contra de la facción del Cártel de Sinaloa comandada por los hijos de Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo” al dar a conocer cargos contra 28 individuos, entre ellos tres de los hermanos Guzmán y tres de sus lugartenientes.
Estas nuevas acusaciones incluyen el tráfico de fentanilo, droga por la que el gobierno de Joe Biden ha presionado al de México con la intención de frenar el flujo del opiáceo a territorio nortemericano.
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El Departamento de Justicia anunció que estas acciones son parte de los esfuerzos por cortar la producción y trasiego de éstas y otras drogas que inundan las calles de las ciudades estadounidenses.
“La crisis del fentanilo en Estados Unidos, impulsada en gran parte por el cártel de Sinaloa, amenaza nuestra salud pública, nuestra seguridad pública y nuestra seguridad nacional”, dijo la fiscal general adjunta Lisa O. Monaco durante la presentación de la red de Los Chapitos.
La investigación revelada señala que también van por las empresas químicas establecidas en China, cuyos precursores son usados para fabricar fentanilo.
“Las acusaciones de hoy envían un mensaje claro a Chapitos, el Cartel de Sinaloa y las redes criminales de drogas en todo el mundo de que la DEA no se detendrá ante nada para proteger la seguridad nacional de los Estados Unidos y la seguridad y la salud del pueblo estadounidense”, declaró Monaco.
Los detenidos
De los 28 acusados, ya siete están detenidos, como Ovidio Guzmán López, quien el viernes 14 de abril fue sacado del penal de El Altiplano a un hospital del Estado de México con un cuadro infeccioso.
En la lista de arrestos están Carlos Omar Félix, Silvano Francisco Mariano, alias “El Rayo”, quienes están en Colombia.
Por otro lado están Sergio Duarte Frías, Ana Gabriela Rubio Zea y Humberto Beltrán Cuen, alias “Don Chino”, fueron detenidos en Guatemala; y Anastacio Soto Vega, alias “Tachin”, fue detenido en Grecia. Además, Julio Marín González fue detenido anteriormente en Estados Unidos.
Los tres tenientes
Por primera vez, Estados Unidos acusa a los dos jefes de pistoleros de Los Chapitos, los hombres encargados de la seguridad de esta facción del Cártel de Sinaloa.
El primero es Óscar Noé Medina González, “El Panu”. Oriundo de Culiacán, a Óscar Noé Medina González las autoridades federales lo ubican como uno de los lugartenientes de Iván Archivaldo Guzmán, uno de los más antiguos jefes de pistoleros que ha acompañado al “Chapito” mayo en sus andanzas.
Desde 2016 fue enviado a “abrir” la plaza de Mazatlán junto con un grupo de sicarios que peleó contra células de los Beltrán Leyva. Poco a poco “El Panu” se fue afianzando en la cúpula de la facción de “Los Chapitos” hasta ahora hacerse cargo de la plaza del sur del estado.
Policías consultados lo describen como un hombre violento, cercano a la edad de Iván Archivaldo, quien protagonizó un zafarrancho en un evento de la Feria Ganadera de Culiacán en 2017. Hoy está en la lista de extraditables.
El segundo acusado junto con los Guzmán es Héctor Isidro Pérez Salas, alias “Nini”.
“El Nini”, más joven que Los Chapitos, pronto ascendió a jefe de seguridad del Cártel de Sinaloa cuando destacó por su audacia en contra de las células de Los Dámaso, en 2016 en que pelearon la plaza.
En Culiacán las autoridades han tenido roces con Pérez Salas, ya que fue uno de los coordinadores de los dos “Culiacanazos”, tanto el de octubre de 2019 como el de enero de 2023.
En noviembre de 2019, semanas después del primer rescate de Ovidio Guzmán, se le acusó de golpear a un grupo de policías municipales leales a Jesús Alexánder Sánchez Félix, “El Ruso”, jefe de sicarios del “Mayo” Zambada.
A partir de 2020, durante la pandemia de covid-19, “El Nini” y “El Ruso” se involucraron en una guerra de exterminio en el norte de Culiacán, que dejó asoladas comunidades de la sindicatura de Tepuche. Al final “El Ruso” fue exiliado en Mexicali y “El Nini” hasta la fecha se mantiene como el brazo armado de Los Chapitos.
El tercer jefe de sicarios es Jorge Humberto Figueroa Benútez, alias “El 27”, otros de los jefes de seguridad del cártel sinaloense.
Bajo perfil de Joaquín Guzmán
Es el hermano mayor de Ovidio. Nacido en 1986 en Jesús María, tuvo una crianza cercana con su fallecido hermano Édgar Guzmán, y al igual que el resto de sus hermanos, Estados Unidos lo tiene en la mira tras ser acusado en la Corte Federal de San Diego, California.
De los cuatro hermanos es el de más bajo perfil, la única foto que se conoce de él fue la que dio a conocer la DEA en el cartel donde ofrece una recompensa de 5 millones de pesos, cantidad ofertada por la cabeza de cada uno de sus hermanos.
