Culiacán, Sin. -Ante la falta de un precio base para la comercialización del maíz en Sinaloa, el presidente de la Confederación de Asociaciones Agrícolas del Estado de Sinaloa (Caades), Marte Vega Román, informó que a partir de 7 mil pesos sería un precio que daría gusto a los productores, sin embargo, consideró que es muy prematuro dar esa cantidad porque a lo mejor no a todos les va a gustar y se pueden entorpecer los acuerdos con el gobierno.
El líder agrícola, explicó que los agricultores privados de Sinaloa reciben con mucho optimismo el anuncio que hizo el gobernador Rubén Rocha Moya en el sentido de que ya se tienen avances con las autoridades de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) para tener un precio razonable y rentable para el grano blanco, que se estima su cosecha a partir de la segunda quincena del próximo mes de mayo.
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Asimismo, Marte Vega mencionó que el beneficio sea sin límite de hectáreas sembradas y la cantidad de toneladas obtenidas, contrario a lo que se hizo el ciclo agrícola otoño-invierno 2022-2023, que solo favoreció a los agricultores que cultivaron hasta 15 hectáreas, es decir, siempre fue el esquema que Caades impulsó en su momento.
“Es difícil hablar de números porque no nos van a gustar, pero hay que ser realistas, ya se están hablando los 7 mil pesos y qué bueno fuera porque sería precio ideal, incluso es el precio de garantía que tiene los productores más pequeños, sin embargo, llegar a esos niveles es difícil, salvo que sea una gestión superintendente del gobernador, pero poner un número a lo mejor no nos gusta y a lo mejor entorpece las negociaciones”, señaló.
El presidente de CAAES, admitió que los agricultores tienen claro que si alguien los puede ayudar en este momento es el gobernador Rubén Rocha Moya mediante un diálogo directo con el presidente Andrés Manuel López Obrador, porque con las autoridades de la Sader no se tuvieron resultados favorables el año pasado.
Finalmente, Marte Vega Román comentó que al igual que el año pasado Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex) tendrá que participar en la compra de la cosecha, además ahora se tiene un punto a favor porque se espera una producción de 3.5 millones de toneladas contra 6 millones del año pasado, asimismo le entrarán los industriales que tienen pocos inventarios.