El patriarca del clan, Juan José Esparragoza Moreno, "El Azul", comenzó su carrera en los años 70, cuando el ahora extinto capo hizo sus primeros pasos al lado de Pedro Avilés Pérez, "El León de la Sierra", pero al ser abatido éste por las fuerzas federales en la salida a Tepuche en septiembre de 1978, aquel joven originario de Huixiopa, Badiraguato, en cuyas cañadas todavía resuena el eco de su leyenda, despejó su carrera criminal en Jalisco.
En ese estado se unió a los tres padrinos del Cártel de Guadalajara: Ernesto Fonseca Carrillo, Rafael Caro Quintero y Miguel Ángel Félix Gallardo, pero siempre de bajo perfil. A finales de los 80 fue detenido por las fuerzas armadas y después de pasar una temporada en prisión, recuperó su libertad a principios de los 90.
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"El Azul" era uno de esos perfiles del narco que prefería la discreción, entre Jalisco y Sinaloa logró apuntalar una organización propia, pero con la que trabajaba en sociedad con otros capos sinaloenses.
Así fue las siguientes dos décadas. En 2012, su hijo Juan Ignacio Esparragoza se cayó de un cuarto piso de unos condominios en el residencial San Miguel, y falleció a los días hospitalizado. "El Azul", como todo padre, lloró a su vástago, a quien decidió trasladar a Guadalajara.
En el año 2014 la DEA junto con la Marina comenzó la Operación Narcopolo para desmantelar al Cártel de Sinaloa, a los Esparragoza no se les tocó: cayó "El Chapo" Guzmán y una línea de primer nivel de la organización Zambada, pero los azules se mantuvieron de bajo perfil.
Pero llegó aquella noticia de la muerte misteriosa de "El Azul", y el foco de atención se centró en sus hijos: en junio de 2014 fue detenido su hijo Juan José Esparragoza Jiménez y hasta enero de 2017 cayó Juan José Esparragoza Monzón, "El Negro".
Con un proceso de extradición encima, "El Negro" escapó de la penitenciaría de Aguaruto, Culiacán, un mes después de su captura. Entonces se conoció que vivía en una carraca de lujo al interior del penal. Pero cuatro años más tarde, en enero de 2021, como si la tragedia se repitiera, Juan José murió de Covid-19 en plena segunda ola de la pandemia. Aquella tarde, el cielo de Culiacán se llenó de globos blancos y de los narcocorridos que grupos musicales le dedican a los Esparragoza, un clan que sigue vigente.