La Secretaría de la Defensa Nacional les sigue la pista, sus informes revelan conexiones con líderes criminales originarios de Chiapas; desde lo más intrincado de un territorio selvático, donde los paramilitares se mezclan con el crimen organizado, han salido comunicaciones que llevaron a la colonia Buenavista de Culiacán, y de ahí a una pequeña estructura que se configura como una nueva generación del narco.
En los documentos hackeados a la SEDENA por el colectivo ciberactivista Guacamaya, aparecen datos para trazar la ruta que guió hace seis meses a la inteligencia militar desde San Francisco Pujiltic, en Chiapas, a la colonia Buenavista de la capital sinaloense.
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En junio del 2022, el Ejército le seguía el paso al líder criminal chiapaneco Luis Alejandro Cruz Ruiz, “Don Alex” o “El Pelón”, considerado jefe del grupo delictivo de “Los Pelones”, el cual tiene ligas con el Cártel de Sinaloa. Los documentos señalan que “Los Pelones” mantienen presencia en los municipios de Venustiano Carranza, Comitán de Domínguez y Teopisca, Chiapas, incluso otro reporte señala que también controla la parte donde se desarrolla el proyecto de El Tren Maya, obra emblema del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Los militares interceptaron una comunicación con un sinaloense, un hombre que opera de bajo perfil, aparentemente en sociedad con Juan José Esparragoza Jiménez, “El Cora”, hijo de Juan José Esparragoza Moreno, “El Azul”, quienes a su vez colaboran con Ovidio Guzmán López, “El Ratón”.
Apuntan a Esparragoza
“Se obtuvo una comunicación con una persona identificada como Joel, “Güero”, iniciando su seguimiento técnico el 22 Junio de 2022”, indica el reporte realizado por la inteligencia militar del país.
En el organigrama que elaboró la SEDENA, se detalla que “Güero” responde a las órdenes de Juan José Esparragoza Jiménez, “El Cora”, de quien no se sabe si sigue preso o ya ganó su libertad a ocho años de su detención.
Hijo de “El Azul”, “El Cora” fue detenido en junio de 2014, días después de que se conociera el deceso de su padre en Jalisco. En aquel entonces, la Comisión Nacional de Seguridad dio a conocer que Esparragoza Jiménez fue aprehendido en su domicilio del residencial Interlomas de la capital sinaloense, estaba acompañado por su familia.
Fue quien confirmó ante un juez federal que su padre había fallecido y sus cenizas quedaron con la familia tras ser cremado. “El Azul”, de acuerdo con la versión contada por allegados, había sufrido un accidente en mayo de 2014 en las afueras de Guadalajara y se encontraba internado malherido cuando murió de un infarto. Ni la entonces PGR ni la DEA confirmaron el deceso, por lo que el caso del viejo capo quedó envuelto en misterio.
En diciembre de 2021, “El Cora” comenzó a litigar un amparo para que las autoridades federales le regresaran 2 millones 700 mil pesos que le habían asegurado durante su detención, pero al final le negaron el recurso judicial.
En su investigación, la SEDENA no aclara si Esparragoza Jiménez se encuentra en libertad o sigue operando desde prisión. Sin embargo, aunque lo ubica arriba en el organigrama, a Joel, “El Güero”, es a quien los papeles del Ejército señalan como el operador de tierra en la capital del estado.
El perfil
La inteligencia militar perfiló a este nuevo recluta del narco. Los investigadores anotaron que se dedica a la venta y trasiego de droga en la ciudad, pero además lo señala como peligroso por posiblemente portar armas de fuego.
La zona de actividad de su grupo es por la zona oriente de la capital, su gente se mueve en vehículos. El 25 de junio los militares interceptaron una comunicación con “El Cora” donde éste le habló de la organización de una fiesta en la tumba, posiblemente, de su padre “Juanito”. La fiesta estaba programada para el pasado Día de Muertos.
Dentro de las comunicaciones los analistas de inteligencia sacaron a colación que “Güero” habló con “El Cora”, mismo que ofreció su respaldo con “El Viejo” para acudir a Las Milpas el Día de Muertos, para llevar música sin que nadie los molestara.
Dentro de las conversaciones, mencionaron a los Torres (familia de Javier y Manuel Torres Félix), en el sentido en que estaban excluidos, en un especie de ostracismo, y también se les captó una plática sobre una fiesta a donde acudió Aureliano Guzmán Loera, “El Guano”, con sus escoltas, a quienes nombran de apodo.
El 26 de junio se monitoreó una supuesta reunión donde acudió “El Cora” y “Güero”, en la cual se hablaría de mover kilos de droga, sin que se obtuvieran más detalles.
En julio, los militares informaron a sus superiores que mencionaron a Ovidio, a quien le habrían vendido droga para sus puntos de venta, los cuales indicaron que eran alrededor de 200 en la ciudad. La SEDENA tiene en su poder además datos de presuntas transacciones así como el tipo de imágenes que llevan la mercancía de uno u otro bando.
En el documento hackeado, que forma parte de los seis terabytes de información de la base de datos a la Defensa Nacional, se establece un pequeño organigrama que abarca a tres colaboradores cercanos con sus apodos solamente, dos escoltas, dos encargados de la distribución y dos halcones, así como otros dos ayudantes.
En el primer nivel de esta pirámide, la SEDENA ubicó a “El Cora” como el principal, luego a “Güero”, en tercer nivel a el chiapaneco Luis Alejandro Cruz Ruiz y en cuarto nivel al resto ya mencionado. Como parte de esta estructura delictiva, se anota que se mantienen comunicados con radios de frecuencia y se mueven en distintas unidades.
¿Quién es Don Alex?
El socio chiapaneco de los sinaloenses aparece perfilado en diversas noticias de medios en Chiapas. En noviembre de 2021, la OCEZ Casa del Pueblo denunció que Luis Alejandro Cruz Ruiz junto con “Los Pelones” atacaron a civiles en el ejido de San Isidro, municipio de Venustiano Carranza, y asesinaron a Jesús Solórzano Díaz.
En un comunicado, la organización pidió la urgente intervención del gobierno “para el desmantelamiento y castigo de ese grupo criminal de narcotraficantes que mantiene aterrorizada a la población de los municipios de Villa de las Rosas, Socoltenango y Venustiano Carranza”.
Acusaron que este grupo realiza levantones y ejecuciones en la población civil, y además mantiene vínculos con un grupo paramilitar de la zona cañera. La Fiscalía del Estado inició la carpeta de investigación correspondiente por el homicidio de Jesús, pero poco más de un año después, ya no se ha hecho mención a esta célula que controla la región centro de Chiapas.