Culiacán, Sin.- Hace seis años la Secretaría de la Defensa Nacional recolectó información de inteligencia sobre un pacto entre Fausto Isidro Meza Flores, Rafael Caro Quintero y Mario Alberto Lugo Lara, “El Calabaceño”, un líder regional de los Beltrán Leyva extremadamente territorial en la sierra del municipio de Sinaloa de Leyva, al norte del estado.
De acuerdo con una ficha de los documentos hackeados por el colectivo Guacamaya, la reunión para negociar el liderazgo de Caro Quintero en aquella zona ocurrió en 2017 en un hotel de la presa Bacurato, un embalse ubicado sierra arriba, y que colinda con los pueblos que fueron convulsionados por la violencia la semana pasada.
También puedes leer: Localizan cuerpo en Sinaloa de Leyva en medio de ola de violencia
Desde entonces, se identificaba a Lugo Lara y al “Chapo” Isidro como aliados y a su vez, entre los dos grupos, controlaban —según la SEDENA— tanto Sinaloa de Leyva, El Fuerte y una parte de Ahome y Choix. En los territorios serranos estas familias se dedicaban a la siembra de enervantes y a la instalación de laboratorios de drogas sintéticas.
Según reportes de seguridad, hoy en día Isidro logró una alianza con el Cártel de Sinaloa, y bajo este contexto de un nuevo acuerdo, sobrevino el rompimiento que asoló a varias comunidades de este municipio norteño los días viernes 28, sábado 29 y domingo 30, mientras el presidente de la república Andrés Manuel López Obrador realizaba una gira por el sur del estado en compañía del gobernador Rubén Rocha Moya para supervisar la obra de la presa Santa María.
De manera oficial, no hubo muertos ni heridos. Tampoco se reportaron desaparecidos. Los rastros de vehículos incendiados en caminos y carreteras, y cientos de casquillos en San José de las Delicias, particularmente en la hacienda de Mario “Calabazas”, apodado así por ser originario de la comunidad de Las Calabazas, dieron cuenta de una batalla cruenta.
Ante estos sucesos, alrededor de 700 personas fueron desplazadas a la ciudad de Guamúchil, mientras el Gobierno del Estado intentaba minimizar el choque entre estos grupos del crimen organizado.
Versiones
Según testimonios de personal del Ayuntamiento sinaloíta, aunque el distanciamiento entre la gente de “El Chapo” Isidro y “Los Calabaceños” ya era un hecho, la muerte de la exalcaldesa María Beatriz León Rubio ocurrida el 20 de junio pasado en Ahome, terminó por sellar el rompimiento entre estos grupos.
Versiones indican que días antes del fallecimiento de Beatriz Rubio en un presunto accidente -la Fiscalía General del Estado cerró el caso como una salida de camino-, excolaboradores de la priista y hasta familiares habían sido privados de la libertad.
Poco trascendió este tipo de amenazas que enrareció el ambiente en Sinaloa de Leyva, en su ayuntamiento y entre su población. Rubio León supuestamente había acudido a una reunión en Los Mochis, y de regreso sufrió un accidente al caer la camioneta en la que viajaba a un canal de riego. En el interior, había envases de cerveza.
El caso no fue investigado como homicidio. Se trató de un error humano del conductor, se informó. A este suceso de le sumó el segundo aniversario luctuoso del asesinato del activista político, el profesor José Román Rubio López y Esteban López, quienes habían sido candidatos por Morena en los comicios de 2021.
Jornada violenta
San José de las Delicias es uno de tantos pueblos enclavados en una región donde históricamente se han sembrado enervantes. La región fue asolada por una guerra que obligó al desplazamiento forzado a cientos de familias hace 12 años, cuando apenas iba llegando el gobierno de Mario López Valdez.
Ya entonces el liderazgo de Mario “Calabazas” se había afianzado en la zona, teniendo como epicentro esta comunidad donde levantó un rancho.
El viernes 28 de julio, según información recopilada, sicarios de Isidro lograron romper el cerco de seguridad para atacar a Lugo Lara, pero la batalla fue cruenta, cerraron caminos con el incendio de vehículos, quemaron algunas viviendas y atacaron la casa de Mario. Pobladores afirmaron que ya no estaba ahí.
Por la tarde, la Secretaría de Seguridad Pública encabezada por Cristóbal Castañeda Camarillo negó los hechos violentos, pero fue hasta la noche en que solamente confirmaron las unidades incendiadas.
El sábado 29, la información oficial continuaba sin fluir. El presidente López Obrador se despertaba en Mazatlán para retomar su gira por Coahuila y Nuevo León, mientras se alistaba el operativo de las fuerzas armadas y estatales para peinar la región.
El domingo 30 de julio a mediodía comenzaron a circular videos de vehículos quemados y usados para bloquear la carretera que comunica El Opochi, cerca de la cabecera municipal, con Bacubirito, la ruta que se toma para alcanzar San José de las Delicias y las comunidades aledañas, pasando la presa Bacurato.
Esa noche, el subsecretario de Seguridad Pública, el mayor Carlos Alberto Hernández Leyva, declaró: "La zona afortunadamente en aquella parte se encuentra sin ningún problema, no hay ningún indicio de algún tipo de violencia o alguna actividad que se estuviera manejando hace algunos días".
Sin embargo, las familias desplazadas que las autoridades apoyaron, no pudieron ocultar la zozobra y la incertidumbre. Fueron las personas quienes dijeron que sí se registraron fuertes balaceras.
Tras la visibilización de la situación de inseguridad, el aparato de seguridad del Estado se movió a la región. El lunes el gobernador confirmó la salida de cientos de personas de al menos 7 comunidades y pidió a quienes tuvieron miedo que se bajaran de la sierra. De manera subsecuente continuaron desplazándose más personas, hasta superar las 600 al cierre de esta edición.
Nueva alianza
Uno de los trasfondos en este conflicto entre el grupo de Isidro y el de Mario “Calabazas” es el control de la región, mensajes difundidos en volantes y en el cuerpo de un hombre asesinado, hablan de una supuesta traición de este último “a la empresa”.
Fuentes de seguridad señalan que, tras la captura de Rafael Caro Quintero en Choix, en julio de 2022, la relación entre Meza Flores y Lugo Lara se descompuso. “El Chapo” Isidro viró su alianza hacia Culiacán, en una parte debido a las conexiones que hizo cuando Caro se encontraba en libertad.
De “contras” históricos, debido a la rivalidad entre los Beltrán Leyva con el Cártel de Sinaloa, pasaron a aliados. De aquella reunión que documentó la Secretaría de la Defensa Nacional en el único hotel que se levanta a un lado de la presa de Bacurato, ya no queda sino la incertidumbre de una nueva guerra entre grupos del crimen organizado.
El jueves 3 de agosto, cientos de volantes fueron lanzados en Guamúchil y Mocorito. Era un mensaje directo para Mario “Calabazas”, que dejó en claro a las autoridades el tamaño del conflicto: “Toda tu familia está sufriendo por tu culpa. Ya hiciste demasiado daño a la población. No vamos a parar, vamos por ti, rata traidora”.