Culiacán. - Pacientes con problemas renales, al igual que sus “ángeles de la guarda” agonizan a la par, los primeros porque están a la espera de un donador y los segundos, porque la gente caritativa poco a poco se ha ido perdiendo y no tienen recursos para seguir proveyendo vida.
Martha Ceceña Beltrán, presidenta del Consejo de Pro Cultura de Donación de Órganos IAP, mejor conocido como Dona Vida, lamenta que para una persona de escasos recursos entrar en coma por la toxicidad de su cuerpo es desesperante, porque lo único que le queda al paciente es una donación y no hay donantes como tampoco trasplantes en Sinaloa.
Destacó que después de promover la cultura de donación en todo el estado, los retos fueron cambiando por la violencia, ahora ya no salen tan fácilmente a carretera como antes, además de que en cada sexenio tienen que empezar de nuevo, “como si nunca hubiéramos trabajado para darnos a conocer con el gobernador, con el nuevo director del hospital”.
Lamenta que los funcionarios siempre están ocupados, sin pensar en que cada minuto de un enfermo, es valioso.
ESTADO DE MUERTE
“Yo con el gobernador que soy amiga, conocida de su esposa, te voy a recibir Martita, me lo está diciendo desde que llegó. Sé que tienen mucho trabajo, pero yo les suplico que me den 15 minutos, es para los enfermos, tenemos que volver a hacer de Sinaloa un estado de vida, en lugar de un estado de muerte”.
Destaca que es muy triste que hace cinco años, Sinaloa tenía los primeros lugares en trasplantes, y ahorita no hay trasplantes y todos esos que están esperando vida, están en una máquina gastando dinero, esperando que otra vez en Sinaloa haya operaciones.
“Señor gobernador, se lo suplico, hagamos de Sinaloa un estado de Vida, no de muerte, retomemos otra vez como hace cinco años, los trasplantes, volvamos a ser el primer lugar. Tome la batuta”, demandó.
Dijo que a todos los sinaloenses, nos debe de preocupar que no le hayan dado prioridad a dar vida, todo porque falta empatía y generosidad, nos urge ponernos en el lugar del que sufre.
“La empatía se ha ido diluyendo, ahora los culichis piensan en mi casa, mi viaje, no dicen nuestra comunidad”, indica y añade, sencillamente los vecinos ya no te saludan, vas a una oficina y casi te vuelves invisible, nadie saluda, menos te dan una sonrisa que nada cuesta.
- ¿Tiene la cifra de cuántas personas requieren de un trasplante en el estado?
-Ya no hay una cifra exacta, porque los que necesitan un trasplante ya ni siquiera van porque ya se vencieron antes de tiempo.
Desafortunadamente en este momento la cifra de personas que están en hemodiálisis es baja porque no tienen los medios económicos.
“Si sumamos y hablando de enfermos renales, podríamos llenar un estadio Ángel Flores, pero no se acercan por no encontrar eco a su padecimiento, te repito, se vencen antes. Se van muriendo poco a poco, porque además el tratamiento es muy costoso”.
Dice que sí hay infraestructura, lo que faltan son recursos, porque las enfermedades renales son las más desgastantes tanto económicamente como moralmente.
“Nosotros trabajamos también intensamente en la prevención, les pedimos a la gente diabética que se cuide para que no lleguen a un trasplante, porque lo primero que pierden son las piernas, luego el riñón y en esta lucha, se llevan a la familia porque es una agonía larga, no mueren de una”, indica.
Todas esas gentes que están en hemodiálisis, resaltan, la mayoría es gente pobre, nosotros estamos trabajando para los que económicamente no tienen dinero, toda esa gente que trabaja en casa, jornaleros, albañiles, empleados, etc, y que están luchando para tener el trasplante o la operación.
Si tienen la operación, después hay que tener el medicamento y éste es muy caro y nosotros lo que hacemos es buscarle el medicamento y dárselos más barato a ellos, por ejemplo, ciclosporina tiene un costo de seis mil 800 pesos y la deben de tomar de por vida y nosotros se la damos a mil 200 pesos y nadie nos apoya.
POCO APOYO
- ¿En qué situación se encuentra esta Institución?
-Muy, pero muy mal económicamente, nuestra situación en este momento es muy precaria, por ejemplo, ahorita debemos renta, si yo tuviera dinero, nada me detendría para sacar adelante a gente que está muriendo lentamente.
Casi nadie nos apoya, tenemos que estar luchando con todo, cada sexenio tenemos que empezar de nuevo. Nosotros pagamos, agua, luz, renta y cada vez es más difícil sostenernos antes por lo deducible de impuestos los empresarios lueguito me llamaban “señora venga por un donativo de 150 mil pesos y me trae el recibo”, después cuando desapareció el deducible, conseguir mil pesos, hay que tocar puertas y es poco lo que logramos.
Ceceña Beltrán
Asegura que está ahí, porque le gusta: Desde que me invitó el doctor Raúl Borrego y el doctor Arturo Aguilar Montoya que entrara a Dona Vida, mi marido había sido trasplantado, pero nosotros no requeríamos recursos, siempre, desde niña me ha gustado ayudar a mis semejantes, mi madre fue igual, aunque yo no le llego a los talones.
“Quiero irme con mi equipaje lleno, pero tal vez no me valga porque me gusta, pero quiero que toda esa gente que está esperando un trasplante tenga esa esperanza de vida, porque es doloroso que las personas que están en hemodiálisis, hicieron su protocolo y como no hubo un apoyo para ellos, se están muriendo en espera de un trasplante porque desde hace un año y medio en Sinaloa no ha habido un trasplante”, indicó.
Aseguró en esta administración si acaso se han dado uno o dos trasplantes y los que se están haciendo se están cobrando muy alto y el IMSS los está haciendo, pero de manera esporádica.
Antes un trasplante salía en 160 mil pesos en el Hospital General, incluso venía gente de otros estados porque tenemos muy buenos médicos, nosotros apoyábamos a la gente que se iba a trasplantar con la vacuna que cuesta 50 mil pesos, porque la gente nos apoyaba.
Ceceña Beltrán
Advierte que el apuro que traen en este momento y que los trae tocando puertas, es porque también en el ISSSTE no hay medicamentos para el paciente trasplantado y que tienen que tomar de por vida.
“Ayudar a los demás, me mantiene con salud. Tengo juventud acumulada para seguir dando vida…”, concluye.
Martha Ceceña Beltrán,
presidenta del Consejo Pro Cultura de Donación
de Órganos IAP.
Si sumamos a los enfermos, podríamos llenar un estadio Ángel Flores, pero no se acercan por no encontrar eco a su padecimiento, se vencen antes.
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