Mazatlán, Sin.- Mazatlán, uno de los puertos más visitados por los turistas nacionales durante la Semana Santa, ahora permanece vacío, en un impasse sin precedente.
El puerto se aletarga en un silencio intermitente, la ausencia del bullicio hace que el canto de las gaviotas y el oleaje generen un eco que resuena por todo el paseo costero.
El viernes pasado, oficialmente la actividad turística paró, justo en vísperas de la Semana Santa. Gobierno del Estado ya había ordenado el cierre de hoteles y playas por la emergencia sanitaria del Covid-19.
Las expectativas de ocupación para la Semana Mayor, que eran superiores al 90%, son ahora una anécdota. La derrama económica se plasma en números en rojo. Es un hecho sin precedentes desde que Mazatlán es uno de los destinos de playa preferidos desde hace varios años.
Edgar Iván Meza Espinoza, de 40 años de edad, quien renta sillas, mesas y paraguas en la playa, se quedó sin trabajo debido a las restricciones emitidas por gobierno de aislamiento social, para evitar la propagación del coronavirus.
Él forma parte de los 800 vendedores que se ubican en la zona marítima federal, y que están desempleados.
Él, como todas las personas que dependen de la actividad turística, trabajó hasta el 1 de abril, para luego quedarse en casa para no contagiarse del virus, pero con la angustia de no saber cómo le hará en las próximas semanas para sobrevivir.
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Desde hace dos años, junto a su esposa Ana Rosa Rueda Durán, diariamente colocaban el puesto en el área de playa en la avenida Del Mar, para ofrecer a turistas y locales el servicios de sillas y mesas.
Recuerda que fue desde hace tres semanas cuando la gente dejó de venir a Mazatlán por el Covid-19, y por lo tanto tuvieron una disminución en sus servicios. De 10 paraguas que rentaban al día bajó a tres, y luego a cero.
Antes de que se hiciera el anuncio oficial entre los vendedores de la playa, ya se esperaba que esto fuera a suceder, pues desde unos días antes la Guardia Nacional empezó hacer recorridos sin molestar a los bañistas.
Nunca se había visto esto, este va ha ser el primer año que no habrá gente en la playa en los días santos, que es cuando se pone mejor, cuando uno agarra un ingreso para sostenerse en la temporada baja, porque pasando Semana Santa, hasta el verano vuelve a repuntar.
Iván
Para él, la contingencia sanitaria vino a afectarle doblemente, ya que también tiene un negocio en su domicilio de renta de mobiliario, brincolines y rockolas para fiestas.
Comenta que primeramente se impidió la realización de fiestas particulares, para evitar las aglomeraciones de personas con el cierre de algunos comercios, luego se sumaron los hoteles para rematar con las playas.
Con su rostro triste y la mirada perdida, expresa que estaban esperanzados en la Semana Santa, ya que es la mejor temporada para su negocio, pues diariamente renta 30 paquetes de un paraguas, una mesa y cuatro sillas en 250 pesos cada uno. Ahora no tendrá ingresos por un mes.
Entiende que estas medidas las tomó el Gobierno del Estado para que la enfermedad, que es muy contagiosa, no siga creciendo, sin embargo, no se ofrecen alternativas para las miles de personas que se quedaron desempleadas.
Admite que el panorama es muy triste, y si esto se alarga hasta septiembre, como se dice, entonces las vacaciones largas de verano tampoco van a ser productivas.
Y la pregunta es de qué vamos a vivir, si vamos al día. Ahorita podemos aguantar un poco, pero ya que se acabe el 'colchoncito' qué vamos a hacer.Iván
Iván comenta que este negocio te da para vivir modestamente.
De este trabajo depende mi esposa y tres hijos, uno de 14 años otro de 8 y uno de 2 años, y no nos queda más que acatar las disposiciones y si el presidente municipal dice: vamos a ayudarlos, pues aquí estamos, tenemos permiso en regla.
Iván
Señala que para poder trabajar tranquilamente tiene que pagar el permiso trimestral, que tiene un costo de mil 346 pesos, y el pago de basura por año que son 250 pesos.
Las playas son un oasis, aunque algunos paseantes extraviados se aferran a ellas y, por consecuencia, agentes de las fuerzas de seguridad los invitan a retirarse.
Los cuerpos de jóvenes en traje de baño, el olor a coco del bloqueador solar, el sonido de la banda y los miles de bañistas, son sólo un recuerdo en esta Semana Santa, en un paraíso que se vivirá en completo silencio.
DATOS
800 comerciantes de la playa se quedaron sin trabajo
30 de abril es la fecha marcada por las autoridades para que los hoteles y playas permanezcan cerrados.
90% en ocupación registraban los hoteles de Mazatlán para Semana Santa.
40 años de edad tiene Édgar Iván
TEXTUAL
Y la pregunta es de qué vamos a vivir, si vamos al día. Ahorita podemos aguantar un poco, pero ya que se acabe el 'colchoncito' qué vamos a hacer.Edgar Iván Meza Espinoza
PILAR FAMILIAR
Édgar Iván es el pilar de su familia, integrada por su esposa y tres hijos, uno de 14 años, otro de 8 y uno de 2 años.
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