Culiacán, Sin. - En algunos casos olvidamos que las personas de la tercera edad alguna vez fueron jóvenes, que también formaron parte de una sociedad, y por consecuente fueron cimientos de una familia y una comunidad.
Cuántas veces en el supermercado, al momento de pasar a cajas, se observan personas de edad avanzada empacando la mercancía y muchas veces los clientes no valoran el trabajo que realizan, pues el darles propina genera un gasto mayor.
Actualmente, en este tipo de tiendas las personas de entre 60 ó 70 años, con cabello cano, encorvados y piel arrugada se dedican a este oficio, donde acomodan la mercancía en las bolsas cuidadosamente, algunos se les cae por no poder contener su movimiento de manos, otros gentilmente te atienden, esperando le des algunas monedas.
Antes se observaban niños que hacían esta noble tarea en diferentes supermercados locales, ahora la mayoría son las personas de la tercera edad, pero se desconoce de dónde vienen, por qué lo hacen y cómo se sienten al respecto.
Don Marcelo Lara Salazar, es paquetero de una tienda comercial, ubicada en la colonia Chapultepec, quien dijo que desde hace seis meses se dedica a este noble oficio.
¿En qué ha trabajado?
Uuuuuy, Dios mío, en tantas cosas, pero fui mecánico, taxista, en una empresa ferretera, velador, ahora soy paquetero.
¿Está casado, tiene hijos?
Sí, casado. Tengo 12 hijos, nietos, bisnietos y tataranietos.
¿A qué se dedica actualmente?
Empaquetando. Es la primera vez que trabajo como empacador. Las propinas varían; los días malos andan en 170, 150 pesos el día. Los días buenos también varían, ganando desde 300 o 550; la jornada es de cuatro horas diarias.
¿Cómo le parece el trabajo? ¿Cómo se siente?
Muy bien, me relaja un poco, me entretengo y obtengo propinas, porque el estar en casa, es estar pensando cosas negativas y el estar inactivo en la casa como que nomás no. Se siente que se está enfermando uno sin hacer nada. Como estoy agarrando la jubilación, pues ya es una feriecita extra. Y como la jubilación es cada mes, de aquí que llega el cheque ya lo debe uno todo. Me estoy jubilando del Seguro Social.
¿Cómo supo de este trabajo?
En su momento me negaba hacerlo, pero soy una persona que me gusta estar activo, entonces me hice amigo de un señor que trabajaba en la tienda, me dijo los requisitos y me dije yo lleno esos requisitos, ante todo pertenezco a INAPAM y fue fácil, ya ellos me mandaron a esta tienda.
¿Cómo es la relación con sus compañeros?
Muy bien. Es lo que hace que el trabajo sea llevadero, que no sea tan pesado o enfadoso. Todos tratamos de hacer lo mejor que se pueda y llevárnosla bien. Es parte del show.
¿Cómo se siente usted en esta época de su vida?
Al millón. Te puedo decir que es uno de los mejores trabajos que he tenido, no tanto porque gane o no gane más dinero, hay mucha convivencia y es como todo, hay clientes que agradecen que le estén dando este servicio y otros que no, que no toman en cuenta este servicio.
¿Qué pensaba de llegar esta edad, creía que iba a ser así?
Pensaba que iba estar viajando, que iba a cuidar a mis nietos, que nomás iba a gastar lo poco que obtengo en todos ellos, pero no, no se puede, es por eso que uno tiene que estar activo, porque al no estarlo caes en salud y te puedes quedar postrado en cama hasta morir. Uno no puede disponer su futuro, porque tenemos que vivirlo día a día.
¿Algo que quiera agregar Don Marcelo?
Que nunca piensen que vamos a vivir de los hijos, se trata de buscarle, ellos le buscan la vida, porque el día que caigas en cama deseas que los hijos te ayuden con dinero o espiritualmente, es ahí, cuando los ocuparía. Cuatro horas que le dedico estar en el supermercado, para mí está bien, aquí vengo a distraerme un rato y a ganar.
Por su parte, Heriberto Nieto, gerente de Tiendas Ley Anaya, aseguró que para que las personas de la tercera edad puedan ser paqueteros deben estar registrados ante el INAPAM, quien se encarga de hacer el estudio del paquetero tanto de salud, su capacidad para poder trabajar y así otorgar el permiso, después también se les pide comprobante de domicilio y que tenga Seguro Social. Se les da la bienvenida y un mandil.
En cuanto al trato que le da el cliente al adulto mayor, el gerente del supermercado dijo que los clientes son considerados, pese a que son personas mayores ellos siguen siendo responsables de llevar comida o unos cuantos pesos a su casa.
“Nosotros tenemos un gran acercamiento con todos ellos en lo laboral, se puede hacer amistad. Siempre platicamos porque me gusta escuchar sus historias de vida, anécdotas de ellos; ante todo el trato es digno, es bueno”, dijo.
PARA SABER:
Es en este contexto cuando en 1979 se fundó en México una entidad de interés público, el Instituto Nacional de Personas Adultas Mayores, más conocido popularmente por las siglas INAPAM. Para acceder a los servicios que presta este organismo es necesario haber cumplido 60 años.
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