Culiacán, Sin. -Alejandra Gaxiola tiene 9 años esperando una respuesta positiva de su expareja para que se haga cargo de su hija y la apoye con lo correspondiente de los gastos que implican sostener la alimentación y necesidades de un infante.
Nueve años desde que nació y por el pretexto de no “tener dinero”, se ha negado a cumplir con su responsabilidad de padre. Alejandra lo demandó, pero después de 2 años de juicio, finalmente se obtuvo una sentencia, pero él nunca ha cumplido con su aportación, ya que no cuenta con un salario fijo o nómina.
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Es decir, la aportación no es producto de un descuento a su salario, sino que es un depósito bancario voluntario.
El abandono paternal ha sido un problema latente en Sinaloa, pues 7 de cada 10 hombres separados y con hijos no paga pensión alimenticia, orillando a las madres a vivir el calvario de lo que implica mantener a sus hijos solas y enfrentarse ante un sistema judicial lento que no les resuelve y tampoco las ayuda, además de que un proceso de demandas por pensión es caro y tedioso.
Evasores de responsabilidades
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), de cada 10 divorcios en Sinaloa, 7 hombres no pagan pensión. Además, 7 mujeres que denuncian por la vía legal, obtienen una sentencia de su juicio y solamente una de cada 10 sentencias se cumplen.
El 28 por ciento de los hombres deudores de pensión tienen más de 2 hijos en abandono con dos parejas diferentes. El 80 por ciento no cooperó con los gastos de gestación y parto y el 76 por ciento son hombres que pidieron dinero prestado a la mujer y nunca pagó.
Todos estos datos colocan a Sinaloa como el cuarto estado del país con el mayor número de padres que abandonan a sus hijos.
Casos como el de Alejandra, se repiten día a día en Sinaloa y existen pocas facilidades para que las mujeres puedan obtener el beneficio de ser apoyadas por el padre de sus hijos a través de una pensión segura y puntual.
Una demanda por pensión alimenticia, con asesoría de un abogado profesional y privado, tiene un costo de un pago inicial de 10 mil pesos y mensualidades que van desde los mil a los 3 mil pesos.
Iniciativa propia
En Sinaloa se aprobó una legislación el pasado mes de mayo, a fin de que se expida la constancia de no deudor alimenticio para poder aspirar a un cargo de elección popular. Misma constancia ya puede ser adquirida y tiene un costo aproximado de 290 pesos.
Sin embargo, el tema de la creación de un Registro Estatal de Deudores Alimentarios, como lo existe en otros estados de la República, quedó fuera de esta legislación.
La falta de voluntad política y de infraestructura por parte del Estado para crear dicho registro y apoyar a las mujeres con otros mecanismos, ha provocado apatía entre ellas, quienes mejor han recurrido a la denuncia y exposiciones públicas de los hombres deudores de pensión a través de las redes sociales y de los llamados tendederos.
“No les dan la importancia necesaria a las madres solteras para brindarles una calidad de vida estable a ellas y a sus hijas e hijos. Como muchos procesos e iniciativas dirigidas a las mujeres, las generan para aparentar avance e impulso a estos grupos vulnerables, pero quedan hasta ahí. No es prioridad del estado”, expresó, Laura Rojo, activista del colectivo Amapas del Norte.
En Facebook, mujeres han creado las páginas “Ley Sabina vs deudores alimentarios Sinaloa” y “Ley Sabina Culiacán”, a fin de recibir denuncias y publicar fichas de búsqueda “no oficiales” de hombres que no pagan pensión a sus hijos y los abandonan.
Dichas publicaciones tiene la leyenda de “Se busca”, por abandonar a sus hijos o bien, por no pagar pensión y no verlos por años.
Sin garantías
Luego de pasar por el “calvario” de obtener una sentencia por pensión alimenticia, no existe una garantía de que la mujer será benefactora de dicho recurso.
Laura Rojo, expuso que, se han encontrado casos en que las sentencias resultan ser de cuotas muy menores que van por debajo de lo que una mujer necesita para poder mantener a sus hijos.
Finalmente, en muchos de los casos, las mujeres prefieren desistir del juicio o de la cobranza al padre, quedando cómo empezaron… cansadas y abusadas.
“Es mucho desgaste emocional, se invierte mucho tiempo y dinero y a veces ellas dicen que emocionalmente “me está acabando” y deciden retirarse del proceso contra ellos y los hombres están más a gusto sin ningún tipo de presión”, dijo.
Servicios gratuitos
Una gran alternativa para demandar, es a través de los servicios ofertados por el Centro de Justicia de las Mujeres. Aunque la burocracia, tanto en esta dependencia como en los juzgados, hace que los procesos nunca dejen de ser lentos, para los colectivos feministas es mejor, “hacerlo” y tomar el riesgo de dejar al hombre a su suerte y no cumplir con su responsabilidad.