Mazatlán, Sin. La mal nutrición es un problema que afecta a los niños, niñas y adolescentes en México de distintas maneras; por un lado, la desnutrición durante la infancia tiene impacto negativos en el resto de la vida, como tallas bajas y desarrollo insuficiente del sistema inmunológico, por otro lado, el sobrepeso y la obesidad favorecen la aparición de enfermedades como la diabetes, problemas circulatorios, del corazón o de los riñones, repercusiones graves que afectan la calidad y la esperanza de vida.
Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), en México, uno de cada 20 niñas y niños menores de 5 años y uno de cada tres, entre los seis y 19 años, padece sobrepeso u obesidad. Esto coloca al país entre los primeros lugares en obesidad infantil a nivel mundial, problema que se presenta más a menudo en los estados del norte y en comunidades urbanas.
Perla Janeth Lizárraga Rodríguez, subdirectora de Prevención y Promoción de la Salud en el Estado, declaró que en Sinaloa, el 30 por ciento de la población infantil de edad escolar entre los 5 y 11 años padecen sobrepeso u obesidad, a esto se suman los adolescentes de 12 a 19 años, donde 4 de cada 10 presenta el mismo problema.
Es muy valioso trabajar en la prevención, mucho más que tratar de resolver la problemática, necesitamos prevenir, además es económico y reduce a la cantidad de pacientes enfermos relacionados a este padecimiento. Tenemos que educar, para que los niños no lleguen a padecer este tipo de enfermedad.
Perla Janeth Lizárraga Rodríguez
Lizárraga Rodríguez informó que en el estado los municipios con mayor población con problema de obesidad son: Culiacán con 4 mil 493 casos, cifras que representan el 31% de la población; Guasave con 2 mil 609 casos, cifra que representa el 18% de la población y Ahome con 2 mil 312 casos de obesidad, que representa el 16% de la población de este municipio.
“Un niño obeso si no lo atendemos a tiempo, si no lo encaminamos hacia un estilo de vida saludable a tiempo, va a ser un adulto obeso y muy probablemente un adulto diabético o hipertenso”.
Aseguró que actualmente el mundo sufre una epidemia de sedentarismo, y los pequeños que padecen de obesidad o sobrepeso, no solamente sufren patologías físicas, también desarrollan enfermedades emocionales y psicológicas, tales como ansiedad, estrés y depresión.
Actualmente la Secretaría de Salud de Sinaloa impulsa campañas que buscan disminuir estas cifras y aumentar el número de personas sanas; la población puede acceder a rutinas de ejercicio y dietas adecuadas a sus necesidades, esto lo pueden conseguir en cualquier Centro de Salud de manera gratuita.
CUESTIÓN CULTURAL
José Andrés García Echegaray, jefe de Pediatría en el Hospital General “Doctor Martiniano Carvajal”, aseguró que el panorama en Sinaloa es complicado y es el motivo detrás del primer lugar en la república. En Mazatlán los pacientes que sufren de esto tienen más complicaciones, ya que no se cuenta con una clínica especializada en atender la obesidad, solo Culiacán tiene una extensión dentro del Hospital Pediátrico, pero no está al alcance de todos los sinaloenses.
Aquí llegan con patologías y cuando se detecta que tiene sobrepeso u obesidad los canalizamos al área de nutrición, el problema es que muchas familias se niegan a aceptar el diagnóstico, los ven como algo bonito, pero ya que crecen y adquieren a los 20 años diabetes tipo II, deja de ser algo bonito, es preocupante.
José Andrés García
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Explicó que muchas de las veces el menor es obeso por que lleva una dieta alta en calóricos, incluso no hacen actividad física como antes, no juegan y si a eso le suman que en la familia hay malos hábitos alimenticios y le dan todo lo que pide al menor, sin pensar en las consecuencias, empieza a haber problemas, por eso se requiere la intervención de los psicólogos, en estos casos.
“Nosotros como pediatras detectamos, y el nutriólogo le calcula las calorías, pero muchas veces también debe verlo un endocrinólogo pediatra, un cirujano experto en obesidad, aunque esto es más para adolescentes, y un equipo de psicólogos para que atiendan a los papás y a los abuelos, porque hay que cambiar la cultura. Una mamá que cuida su salud y figura es un ejemplo para el menor”.
Recordó que en numerosas ocasiones, se han enfrentado con padres de familia y familiares del menor, que entra en la negativa de aceptar el diagnóstico y modificar sus dietas; algunos acuden con el pediatra con el fin de que les receten vitaminas a los niños y cuando los médicos niegan prescribirlas porque el menor se cuenta arriba del peso, recaen en la automedicación.
“Hay creencias que entre más coman más crecen, pero no, sólo van a crecer hacia los lados y van agarrar enfermedades horribles, que un niño no debería sufrir. Cuando les negamos y les decimos no necesitan vitaminas, les recomiendo una dieta variada y rica en nutrientes y a la salida dicen, “este doctor no sirve, vamos con otro”, ojalá vieran el daño que le hacen a la criatura”.
EN EL ÁMBITO EDUCATIVO
Juan Alfonso Mejía López, secretario de Educación Pública y Cultura, aceptó que hay indicadores que revelan cómo en Sinaloa existe este problema de salud y ataca a la niñez, por lo que en el sector educativo está una de las claves para incentivar a los pequeños a buscar una mejor dieta.
“¿Qué se puede hacer desde el sector educativo? Sin duda hay un tema de educación, respecto a lo que tiene que ver con alimentación o una canasta básica muy específica y movilidad”.
Informó que en las escuelas primarias se ha regulado, de la mano de los consejos escolares y juntas de padres de familia, los productos que ingresan al plantel y se ofertan a los niños, pero esto no es suficiente si el compromiso no se toma desde casa, que es donde los menores adquieren la cultura del consumo.
Declaró que en Sinaloa más de 600 mil niños se encuentran en las aulas, por lo que es necesario que las escuelas se comprometan a fomentar valores, que pueden influir en el comportamiento de los menores, así como impulsar la educación física y la movilidad en los niños.
EL RETO
Según datos de la UNICEF más del 95% de los casos de obesidad infantil se deben a dietas con alto valor calórico y a baja actividad física, por lo que el sobrepeso y la obesidad, así como las enfermedades que vienen como consecuencia, pueden prevenirse en la mayoría de los niños y las niñas.
Pero el reto es complicado, ya que se deben promover iniciativas privadas y políticas públicas que aborden el problema desde múltiples puntos de vista y distintos sectores de gobierno, enfocándose en salud, educación y desarrollo social, para que además de que los menores construyan hábitos saludables, las familias vulnerables tengan recursos para poder adquirir alimentos suficientes y nutritivos.
DATOS
EN MÉXICO
Según el Fondo de la Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), en México uno de cada 20 niños y niñas menores de 5 años y uno de cada tres, entre los 6 y 19 años, padece sobrepeso u obesidad.
SINALOA
El Estado tiene el primer lugar con obesidad infantil, ya que el 30 por ciento de la población infantil de edad escolar entre los 5 y 11 años padecen sobrepeso u obesidad. A esto se suman los adolescentes de 12 a 19 años, donde 4 de cada 10 presenta el mismo problema.
MUNICIPIOS
1. Culiacán: 4,493 casos de obesidad infantil.
2. Guasave: 2,609 casos de obesidad infantil.
3. Ahome: 2, 312 casos de obesidad infantil.
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