Mazatlán, Sin.- A más tardar a mediados de octubre, la Comisión Nacional de Derechos Humanos visitará las cárceles de Sinaloa para evaluarlas y ver sí se atendieron los "focos rojos" que arrojó el diagnóstico de supervisión penitenciaria de 2019, en aspectos que tienen que ver con una estancia digna, como son deficiencias en las condiciones materiales e higiene de las instalaciones, en la alimentación y gobernabilidad.
Fermín Núñez Millán, encargado de la visitaduría de la zona sur del estado de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, con sede en Mazatlán, señaló que el objetivo de esta supervisión a los centros penitenciarios de Sinaloa es que los indicadores donde salieron bajos, mejoren y se corrijan, ya sea en lo administrativo, como en las mejoras de los derechos humanos de los internos, el aspecto jurídico y también su gobernabilidad.
“Lo que se evalúa es el área médica, el área de cocina que es el alimento, el área de seguridad y el área de lo que es la jurídica, que tiene que ver con relación a los expedientes que se integran por cada persona que está privada de su libertad en el centro penitenciario”, expresó.
Aclaró que quien realiza la supervisión es la CNDH, mientras que el órgano estatal coadyuva en las visitas con diferente personal de apoyo.
En la última evaluación, el Diagnóstico de Supervisión Penitenciaria le dio una calificación de 6.05 en promedio a las cárceles de Sinaloa, cifra superior en sólo 0.43 décimas a la pasada que fue de 5.62.
Entre las observaciones hechas a los centros penitenciarios de Aguaruto de Culiacán; Goros II de Los Mochis; El Castillo, en Mazatlán, y el de la Región del Évora, destacan el ejercicio de autogobierno y cogobierno por parte de personas privadas de la libertad, así como insuficiencia de personal de seguridad y custodia.
Asimismo, la CNDH hizo requerimientos a las autoridades de las cárceles para que amplíen los servicios médicos, mejoren las condiciones de las celdas, garanticen la integridad del interno, ofrezcan estancias dignan y resuelvan deficiencias en las condiciones materiales e higiene.
Desde el 2013 hasta el 2018, los centros penitenciarios sinaloenses han obtenido calificaciones reprobatorias en promedio, de 5.28 la más baja y de 5.83 la más alta. En el último año, la calificación fue de 6.05, más baja que la de 2011 y 2012, en la que se obtuvo 6.14 en ambos.
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“Tengo entendido que sí se va a realizar la evaluación de las cárceles este año, a nosotros se nos solicita algún tipo de apoyo y coadyuvamos con ellos en la atención de esta evaluación que hacen ellos. La visita todavía no está programada, pero yo pienso que a más tardar a mediados de octubre ya estarían por aquí”, apuntó.
Núñez Millán insistió en que la idea es que los indicadores donde salieron bajos mejoren y se corrijan algunas situaciones o prácticas administrativas para buscar alguna mejor protección a los derechos de los internos.
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