Un año de impunidad en el Caso Sanalona

Familiares de Andrea y Carolina exigen que se vincule a proceso al comandante Níquel

Jazmín Ballesteros | El Sol de Sinaloa

  · miércoles 27 de enero de 2021

Foto: Archivo │El Sol de Sinaloa

Culiacán, Sin.- Andrea y Carolina fueran asesinadas por el Grupo Elite, comandado por el jefe policiaco Carlos Alberto, comandante “Níquel”, el 27 de enero del 2020, sobre la carretera a Tamazula, cerca de la presa Sanalona.

El suceso no fue un enfrentamiento como según reportaron los agentes estatales. Cuando se realizó el desahogo de pruebas en la primera audiencia frente a la jueza, se encontró que los estatales armaron la escena.

Hoy, el padre de Carolina, pidió por su hija y sobrina, para que se les haga justicia, a un año de que Níquel siga libre, un agente detenido y el resto se encuentre en fuga. Ellas no merecían morir.

"El proceso contra el Comandante Níquel se tiene esta semana como plazo para que la Fiscalía elabore el oficio de acusación con el Juez y éste proceda a una audiencia, y así vincular a proceso o exonerar. Que esperemos lo vinculen a proceso porque están los elementos suficientes para fincarles responsabilidad", dijo José Alonso Aispuro, padre de Carolina.

Ambas jóvenes estudiaban la carrera en Culiacán; Carolina era estudiante en la Universidad Casa Blanca, sus familiares la recuerdan como una muy buena estudiante.

Andrea se preparaba para ser abogada en la Universidad Autónoma de Sinaloa. Ni ella ni sus acompañantes, estaban realizando alguna actividad delictiva ni que los pusiera en peligro esa madrugada del 2020.

Foto: Jesús Verdugo │ El Sol de Sinaloa

TESTIMONIOS

De acuerdo con los sobrevivientes, Dulce María y Julio César, en el vehículo iban Andrea y Carolina en la parte de atrás, Julio de conductor y Dulce de copiloto. Nunca existió el hombre que describieron los estatales como uno que sacó un brazo y disparó en su contra.

Joel, el primer detenido de cuatro estatales, fue imputado en tres delitos: homicidio doloso calificado con ventaja, homicidio calificado con ventaja tentativo a poner en peligro la vida de Dulce María y Julio César, y abuso de poder.

Las horas en que detuvieron a los que los estatales llamaron agresores, no son las mismas que declararon Ismael, Luis, Alfredo y a la hora que hicieron el reporte al C4 por radio.

Según el peritaje, Andrea presentaba quemaduras por esquirlas y una lesión por arma de fuego en el tórax. Carolina falleció por una lesión craneal de 15 por 20 centímetros. Fueron 22 proyectiles de los fusiles detonados que coinciden con las armas que portaban los agentes de la patrulla 30-38.

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Fue entre las 00:30 horas y la 1:30 horas del 27 de enero que los estatales detonaron sus fusiles. Detuvieron a Dulce y Julio y los entregaron a barandillas nueve horas después.

Joel, en su declaración, aceptó haber alterado la hora de los hechos en su declaración y haber retenido a los dos ya mencionados.

Hasta ahora, a un año del suceso, el gobierno de Sinaloa no ha dado la cara a los familiares de Andrea y Carolina.

"Nosotros nos quedamos esperando un acercamiento, al menos con el gobierno de Durango (estado de donde sin originarias Andrea y Carolina), pero Quirino Ordaz Coppel y su secretario de seguridad Cristóbal Castañeda Camarillo, han sido omisos", destacó Aispuro.






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Foto: Griselda Caro | El Sol de Sinaloa