Una tradición de familia: Seis décadas de hacer tortas

Ricardo Arroyo es la tercera generación que alimenta con este platillo que está en el gusto de los culichis

Nallely Casillas | El Sol de Sinaloa

  · sábado 19 de febrero de 2022

Foto: Mario Ibarra | El Sol de Sinaloa

Culiacán, Sin.- Por tres generaciones, la familia Arroyo ha elaborado miles de tortas que terminan en los estómagos de estudiantes, empleados apurados y todo tipo de persona a la que el hambre o el gusto, los empuje hasta un pequeño puesto del Centro de Culiacán.

Ricardo Alfonso Arroyo Labrada, es un joven de 34 años de edad, que a la fecha, se ha vuelto un icono de la venta de tortas y aguas frescas en la ciudad capital, herencia de su abuela y de su padre, quien falleció hace pocos años.

Foto: Mario Ibarra | El Sol de Sinaloa

Su papá era Rubén Arroyo Ávalos y su abuela Josefina Ávalos, ellos son originarios de Michoacán, pero desde aquellos años 50 migraron en busca de mejor trabajo a Sinaloa.

Ricardo, Ríchar, como le dicen sus allegados, dice que aprendió el comercio de ellos dos, y ahora preserva una tradición de venta de casi 60 años en la ciudad, donde la mayoría de las personas lo conocen y lo identifican como “El Tortas”, apodo que también heredó de su padre.

El comercio como herencia

En entrevista para El Sol de Sinaloa, Ricardo compartió que fue en 1962 cuando la familia Ávalos comenzó con la venta de tortas en Culiacán.

Lo anterior, luego de que su padre y su abuela Josefina migraran desde Morelia, Michoacán, a la capital en busca de una mejor vida.

Foto: Mario Ibarra | El Sol de Sinaloa

“Mi papá y mi abuela iniciaron la venta de tortas en el 62, ellos lo hacían con apoyo de una vitrina de madera y se instalaban afuera de lo que era el cine Reforma”, recordó y enunció aquel cine de antaño que estaba en la esquina de Ángel Flores y Paliza, donde hoy es el MIA.

Dijo, que en aquel entonces, su padre apenas era un niño de 4 años que ayudaba a jalar clientela al pequeño espacio en el que se instalaban.

Mi abuela hacía las tortas y se llevaba a mi papá, mi padre era un niño y así se iba con ella a vender.

Familia Avalos

Con el paso del tiempo, ya en la adolescencia, su padre recorría las principales calles de Culiacán, vendiendo tortas en una canasta y fue hasta que cumplió la mayoría de edad cuando adquirió su primer carreta de tortas, ahí, innovo el negocio, sumando a esto la venta de aguas frescas.

“Con su primera carreta mi padre vendía mucho las aguas frescas, cebada, horchata, limón, piña y lo que hubiera de temporada, también vendía cacahuates en bolsas de papel y posteriormente le metió las tortas de jamón, al estilo tradicionales de México, las hacían de jamón, repollo y el tradicional bolillo de la faja de oro”, expresó.

Foto: Mario Ibarra | El Sol de Sinaloa

Ricardo se involucró en el negocio

La historia de cómo Ricardo se introdujo al comercio, fue similar a la que vivió su padre, sólo que en esta ocasión Ricardo acompañaba a su padre a vender aguas frescas, fruta picada y las famosas tortas.

“Mi apá me traía de chiquito con él, cuando entré a la adolescencia venía y le ayudaba, primero eran unas horas, después se volvió rutina”, manifestó.

A sus 24 años de edad, Ricardo le entró por completo al negocio, pues tras la muerte de su madre, su padre comenzó a cansarse al punto de necesitar apoyo constante en la venta de las tortas.

Mi mamá falleció hace casi 11 años y desde entonces mi papá comenzó a sentiste mal, empezó a cansarse, si es muy demandante este negocio.

Ricardo


Foto: Mario Ibarra | El Sol de Sinaloa

Testigo del cambio urbano

En sus años de comerciante y pese a su juventud, Ricardo ha observado el cambio radical que ha tenido Culiacán, pues de pasar muchos años en la venta afuera de un cine icono de la ciudad, llegó hasta presenciar hasta la transformación de lo que hoy en día es El Paseo del Ángel, sobre la calle Ángel Flores en el primer cuadro de la ciudad.

Aquí hemos visto cómo ha cambiado todo, las calles, los edificios, los estudiantes, todo.

Ricardo

Desde que falleció su padre en 2019, Ricardo se ha dedicado por completo al comercio. A diario se despierta a las 4:30 de la madrugada para preparar las aguas frescas mientras que su hermana lo apoya con la elaboración de tortas, el horario de ventas es de 7 de la mañana a 3 de la tarde.

Foto: Mario Ibarra | El Sol de Sinaloa

Un hombre preparado

Además de dedicarse al comercio, Ricardo también ha ocupado otros ámbitos de su vida, culminó sus estudios en Ingeniería Bioquímica y se ha dedicado al estudio de al menos dos idiomas más, el inglés y el japonés.

A futuro, planea seguir estudiando el mercado monetario y cuidar de él, su salud física a través del ejercicio, salud mental y su estabilidad económica.

Ricardo, envió un mensaje a los jóvenes culichis, recordó que la base de todo éxito es la educación y los buenos modales y ante eso, llamó a la ciudadanía a crear conciencia.

Foto: Mario Ibarra | El Sol de Sinaloa

Yo le digo a los jóvenes que sean lo que ellos quieran ser, si quieren ser abogados o comerciantes, pero que estudien, porque todo depende de eso.

Ricardo Arroyo

1962 Es el año en que la abuela inicia la venta de este platillo gastronómico en Culiacán.

34 Son los años que tiene actualmente Ricardo Arroyo, y más de 10 dedicados al comercio.

PARA SABER

Actualmente el puesto de El Tortas se encuentra en la esquina de Ángel Flores y Jesús Andrade, en el Centro de Culiacán.



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