Culiacán, Sin.- La incertidumbre de no saber que reacciones tendrá por la vacuna contra el Covid-19, no impidió que Jesica Beltrán Dolosa, de 22 años acudiera por la primera dosis de Sinovac, con su embarazo de 23 semanas.
Es la primera vez que Jesica tendrá un hijo y dentro de la nueva normalidad, la vacuna es el respaldo que buscó desde que se enteró que tendría a su bebé.
La futura mamá se ha visto obligada a tener mayores cuidados durante la contingencia sanitaria, ya que, su problema de asma la convierte en una persona vulnerable. Sin embargo, ahora que tiene su enfermedad controlada, no ha tomado más medicamento.
Desde hace 23 semanas, las salidas de Jesica se limitaron al ginecólogo y uno que otro mandado, renunció a su trabajo para permanecer en resguardo y no poner en riesgo la salud de ella y su bebé.
En el inicio del esquema de vacunación a personas de 50 años y mujeres embarazadas, Jesica fue una de las primeras pacientes en vacunarse en el Centro Cívico Constitución, mientras que su cuñada y su suegra la esperaban afuera.
Desde que se enteró que las embarazadas iban a tener prioridad, la noticia la tomó de la mejor manera, “se me hizo muy bien, porque creo que es un grupo que tiene mucho riesgo, entonces es muy importante que nos vacunen entre los adultos mayores”.
Su único temor es tener una reacción que afecte su embarazo y por esto, será en su próxima consulta con su ginecólogo cuando le informe que ya recibió la primera dosis.
Ahora con una mayor protección, los cuidados van a permanecer y el festejo como el baby shower será entre pocos miembros de su familia.
Dosis anhelada
En un módulo más del Centro Cívico Constitución, estuvo Karla Paola Arambulo, paciente de 22 semanas de embarazo, ella llegó desde las 7:00 horas y después de 30 minutos pasó a su lugar.
En su caso, estaba ansiosa por recibir la vacuna por la salud de su tercer bebé, “yo lo que quiero estar vacunada para que salga más protegido él, con anticuerpos, dicen que sale mejor (ginecólogos)”.
“Los protocolos siempre los he tenido y tengo un niño de ocho años que no lo saco para nada, de hecho ni lo voy a mandar a la escuela por lo mismo, hasta que ya esté bien seguro todo”, expresó.
Sin molestias
El señor, José Buelna Cárdenas de 53 años, acudió al macrocentro de vacunación en compañía de dos primas, quienes externaron la alegría y la relajación de tener ya un poco más de seguridad contra el coronavirus.
Como la mayoría de las familias, las salidas se redujeron, por lo que, José se adaptó al estilo de vida de portar cubrebocas, cuidar la sana distancia y usar sanitizante.
A la hora de registrarse compartió que no tuvo problemas, ni tampoco cuando ingresó al Centro Cívico Constitución, solo la larga fila que tuvo que hacer para entrar.
El piquete de la vacuna no representó una molestia y después de los minutos de observación, José junto con sus dos primas se retiraron del lugar, ahora más confiados.
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