Culiacán, Sin.- Los recientes enfrentamientos entre civiles armados y fuerzas de seguridad en Sinaloa han dejado un saldo alarmante de militares y policías muertos, intensificando la preocupación por la seguridad en el estado.
El conflicto entre fracciones del Cártel de Sinaloa se intensificó el 16 de septiembre, cuando un militar perdió la vida tras un enfrentamiento en la colonia Campiña de Culiacán.
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Días después, el 27 de septiembre, otro uniformado fue abatido en el municipio de San Ignacio, marcando la violencia como un fenómeno extendido fuera de la capital.
La violencia no cesó en octubre. En la madrugada del domingo 20, un enfrentamiento en Elota cobró la vida de otro elemento castrense, mientras que el jueves 12, en Sinaloa de Leyva, otro militar cayó en un enfrentamiento similar.
Además de las bajas en las filas militares, el 26 de octubre dos policías municipales de Navolato fueron asesinados en la sindicatura de San Pedro, en la carretera que conecta con Culiacán.
Esta semana se reportó el hallazgo sin vida de Ramón, de 34 años, quien había sido privado de su libertad el pasado domingo, un caso que suma al clima de inseguridad siendo este el tercer policía asesinado.