Culiacán, Sin.- Los dirigentes de todas las cámaras empresariales de Culiacán y Sinaloa, han manifestado durante el año las consecuencias negativas que ha provocado la pandemia, con el cierre temporal de negocios no esenciales y el lento camino hacia la recuperación económica.
Las estimaciones para que el estado logre una verdadera reactivación económica, difiere de cada sector productivo y en el caso de la Cámara Nacional del Comerio (Canaco), consideran que será hasta finales del 2021, mientras que la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), prevé sea hasta el 2025.
Por ahora en el cierre de año, los dirigentes de las cámaras empresariales, vendedores del centro e incluso los comerciantes informales, coinciden en que, por las celebraciones decembrinas, los negocios “respiran” por la entrada de ingresos, sin embargo, reconocen en el 2021, la situación será aún más complicada.
En retrospectiva, el sector empresarial ha declarado ser uno de los más afectados por no recibir el respaldo de las autoridades de los tres niveles de gobierno, en créditos accesibles o un programa que asegure el pago de los trabajadores, lo que provocó el despido de miles de colaboradores y el cierre de empresas.
IMPACTO ECONÓMICO
Del 23 de marzo al 30 de mayo, se decretó la Jornada Nacional de Sana Distancia, en la que, las empresas no esenciales se vieron obligadas a bajar las cortinas, esto como una oportunidad para disminuir la cadena de contagios.
Desde ese momento, los representantes de los sectores productivos, empezaron a gestionar con las autoridades municipales y estatales una serie de apoyos para hacer frente a la pandemia. Peticiones como el diferir el pago de los impuestos, créditos accesibles, entre otros.
Para el 26 de marzo, el Alcalde, Jesús Estrada Ferreiro, anunció el diferimiento de pago de licencia de alcohol, permiso para operar, predial, entre otros, sin multas ni recargos y para el 27 de marzo, la Secretaría de Economía, informó el programa “Fosin emergente Covid-19” e “Impulso”, por parte de Nacional Financiera.
El 13 abril, el Gobernador, Quirino Ordaz Coppel, declaró la Ley Seca, provocando que la venta ilegal de alcohol aumentara de manera significativa, por lo que, para el 18 de mayo, se retiró esta medida. En respuesta, las personas se atiborraron en los expendios, sin respetar los protocolos de sanidad y algunos fueron clausurados por las autoridades.
En la última semana de abril, los hoteles y moteles cerraron sus puertas hasta el primero de julio, como parte de la reactivación turística en Sinaloa. En el caso de Culiacán, los hoteles solo aceptaban personas que entregaban un oficio empresarial que decía que acudían por negocios.
Tras varias reuniones entre el sector productivo, salud, el mandatario estatal y Secretario de Economía, Javier Lizárraga Mercado, el 23 de junio, inició la reapertura gradual de los negocios no esenciales. Para el 26, se permitió el ingreso a cines y el primero de julio a hoteles y plazas comerciales.
En un programa más de la Secretaría de Economía, el siete de julio, Javier Lizárraga, indicó que iban a empezar a entregar el distintivo PASE (Protocolo de Atención y Sanidad en Empresas), como una manera de brindar mayor seguridad a los consumidores.
LEVANTARSE
Para agosto, los dueños de bares, antros, casinos y salones de fiesta, empezaron a manifestarse en palacio de gobierno en la exigencia de su reapertura y en el inter, las autoridades municipales y estatales se aventaron la bolita. Al final, Estrada Ferreiro, solicitó un oficio firmado por gobierno para autorizar la apertura en la ciudad.
A finales de agosto e inicios de septiembre, se autorizó la reapertura de este sector productivo, aún y cuando, el Gobernador, había asegurado que esto iba a ocurrir hasta que la curva epidemiológica estuviera aplanada. Ahora que ya han pasado tres meses, en algunos antros no se ha respetado el aforo establecido.
En noviembre, el turno para las manifestaciones fue para los floristas, por no permitir el ayuntamiento que trabajaran en el Día de Muertos, a pesar de que, antros y bares, lugares que propicia más el contagio, ya estaban en operación. Esta situación se repitió el Día de la Virgen de Guadalupe.
En los meses más críticos, en el primer cuadro de la ciudad, cerraron 400 empresas que no soportaron las bajas ventas, las responsabilidades financieras y la crisis económica. Para diciembre, 380 negocios ya están operando de nueva cuenta, con otros giros y con facilidades de pago.
Sin embargo, el panorama para los próximos meses no es alentador para el comercio del centro, debido a que entre 420 y 560 empresarios prevén el cierre de sus establecimientos.
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Cerrando un año atípico, el 2021 tampoco se ve muy alentador para las empresas, principalmente para las mipymes, quienes cada vez tienen mayores dificultades económicas para seguir adelante.
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