Culiacán, Sin.- De pelo rojo como su apellido y con una voz que invita al diálogo, ¿quién no conoce a Yesenia Rojo Carrizoza? Esta activista que se ha caracterizado por defender mayormente los derechos humanos y laborales de policías jubilados, pensionados y viudas de elementos caídos en Culiacán.
Sin embargo, sólo conocemos una cara de Yesenia, la del activismo social sin descubrir qué hay detrás y que la impulso a defender a capa y a espada las injusticias.
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Rojo Carrizoza nació en Culiacán y vivió su infancia en el ranchito de los Burgos, al sur de la capital del estado, ahí curso sus primeros estudios de primaria, sin embargo las circunstancias de la vida, al llegar a la adolescencia, Yesenia fue enviada a otro pueblo para que pudiera cursar la secundaria.
"Mi papá me llevó a vivir con una media hermana en un pueblo donde había secundaria, me llevaron engañada que iba de paseo pero allá me dejaron", recordó.
Durante su adolescencia, se dedicó a la venta de pan y otro tipo de comercios, buscando siempre traer un peso en la bolsa para subsistir.
En entrevista con El Sol de Sinaloa, Yesenia reveló haber adquirido de su padre el señor Ramón Rojo Burgos, el coraje y la dedicación para ayudar a los más vulnerables y defender las injusticias.
"Mi padre era un hombre que a pesar de la ignorancia del rancho, el siempre defendía las injusticias, incluso ahí mismo en el rancho la gente lo buscaba como si fuera una autoridad para que les ayudara a resolver los conflictos", mencionó.
Desde entonces, Yesenia se había fijado una meta en la vida, ser una abogada que litigara siempre en defensa de los derechos humanos y no sólo por ser un oficio en el que se le retribuyera económicamente.
"Yo veía que la carrera de derecho es para defender y traigo la idea de mi papá, él era una persona defensora", dijo.
La trayectoria
La suerte y su dedicación por su trabajo, la ayudaron rápidamente a iniciar labores en el área de justicia penal del gobierno del estado, esto aún y cuando recién se había titulado como licenciada en derecho.
Sin embargo su ambición, la llevó a renunciar a una plaza laboral de carácter estatal, para buscar una oportunidad en el área de justicia penal en los juzgados federales y así fue, lo logró.
Comenzó como meritoria organizando archivos y redactando documentos hasta lograr posicionarse como defensora federal, sin embargo la primera caída para Yesenia se aproximaba y eso sería el detonante para que ella emprendiera el vuelo y se diera a conocer como una abogada de garras y dientes.
Mientras labrada en el área Federal, Yesenia se embarazo de su primer hijo, eso para sus jefes, le impedida desarrollarse y por tal motivo fue despedida.
Su despido, quedó en medio de una crisis, pues su padre acababa de fallecer y a su cargo, estaban su madre y dos hermanos más, además del hijo que ya traía en el vientre.
Este hecho, la llevó a entablar un juicio contra un juez y defender su caso.
"Por estar embarazada me despidieron, ahí en los juzgados son muchas las palancas y muchos recomendados y a mí me corrieron sin más ni más. Yo sola me empecé a defender y pelee con un juez federal, eso me hizo como soy", explicó.
Al paso de los años, Yesenia Rojo recuperó una plaza en el gobierno estatal y actualmente a la fecha, se desarrolla como abogada en el Centro de Justicia para las Mujeres, una dependencia de la Secretaría de las Mujeres.
Su activismo, la ha llevado a sufrir todo tipo de agresiones y campañas negras de desprestigio, no sólo de funcionarios sino también de la misma ciudadanía que mantiene puntos de vista contrarios a los de Yesenia.
En el activismo encontró el amor
Defender la causa de uno de los policías jubilados ante el gobierno municipal, derivaron que su esposo Iván Durán, líder del grupo Guerreros Unidos, iniciará una lucha para defender las Injusticias de los policías jubilados y pensionados de Culiacán, esos a los que se les pagaba una pensión con moche o una prima de antigüedad.
Ahora juntos, defienden los derechos humanos de decenas de personas que acuden a ellos en busca de una solución.
Yesenia Rojo puntualizó que a pesar de lo difícil que pueda ser, sigue viéndose en el activismo hasta el fin de sus días.
