El fenómeno de las fake news es relativamente nuevo y las escuelas y academias de Comunicación lo están siguiendo puntualmente para entenderlo a cabalidad y, sobre todo, para encontrar la vacuna que nos salve de sus perniciosos efectos.
Aquí, cuatro visiones de reconocidos académicos sobre el desenvolvimiento de las redes sociales durante el actual proceso electoral y su posible impacto en el electorado.
Así como el odio es una de las pasiones humanas, la tecnología llegó para quedarse en nuestras vidas; incluso en los procesos electorales. Los tecnólogos y estudiosos hablan “del internet de las cosas” e incluso de la 4a Revolución Industrial. En el actual proceso electoral el discurso de odio ha sido permanente. Dos mil 104 mensajes peyorativos y degradantes han sido comunicados en los últimos nueve meses en Twitter como resultado de las conversaciones de las cuentas de los cinco candidatos a la presidencia, el árbitro electoral y el presidente Peña Nieto. ¿Determina o no el uso de la tecnología la contienda electoral?, ¿el discurso de odio aumenta o disminuye la participación?; pero mejor vamos por partes:
Discurso de odio. Para el Tribunal Europeo de Derechos significa la deliberada intención de provocar una afectación en la dignidad de un grupo de personas a través de "expresiones hirientes". Dichas manifestaciones suelen referirse a ideas racistas, xenófobas, discriminatorias, machistas, homófobas, entre otras.
Odio en elecciones mexicanas. El portal Eje Central identificó dos mil 104 mensajes de odio emitidos entre septiembre de 2017 —inicio del proceso— y el 8 de mayo. De ese total, 266 mensajes contienen la palabra “corrupto”, 260 utilizó “pendejo”, 205 “pinche”, 177 la palabra “puta”; en 141 ocasiones se detectaron frases que incluyen la palabra “mierda” y 134 con el término “rata”.
Las mentadas de madre son altamente usadas en los textos para expresar rencor.
La oración “Chinga tu madre” fue detectada 106 veces y “chingas a tu madre” 101. El calificativo “puto” tuvo 89 menciones, “no mames” 74, “ratero” 64, “culero” 38, “pinche viejo/vieja” 32, “mamadas” 24 y “púdrete” 13. En otras palabras, la propuesta de cortarle la mano a los delincuentes es la menor de las barbaridades.
Tecnología contra el odio en México.
Hace unas semanas se lanzó “Más rifado que nunca”, primera app mexicana en un proceso electoral, esta aplicación fue creada por los hermanos Andrés y Ricardo Hernández, jóvenes emprendedores egresados de las universidades Anáhuac y UNAM que dirigen la empresa Trebolbit.
Muestran cómo la tecnología puede comunicar también mensajes de alegría y diversión a través de la implementación de realidad aumentada y videojuegos. En México la tecnología en campañas es un campo poco explorado; sin embargo, Trebolbit ofrece sus servicios a la candidatura de César Camacho al Senado por el Estado de México dándole un enfoque más fresco a la difusión de mensajes de un sistema tradicional tan rígido y aburrido. Ya veremos qué otros partidos políticos y candidatos se animarán a comunicarse a través de la tecnología lúdica.
La tecnología llegó para quedarse y no me refiero a que en algún momento los seres humanos utilizaremos la obra de Isaac Asimov como solución al discurso de odio y usemos a Multivac, la computadora ficticia manejada por el gobierno, con el fin de tomar decisiones para desarrollar el país e incluso elegir a los gobernantes. Se rebasaron los límites de odio en las redes y se materializaron en los 90 políticos que han sido asesinados y los más de 180 que han sufrido agresiones en este proceso electoral; en la elección más sangrienta de la historia de nuestro país. Las alertas se encendieron: insultos, descalificaciones, amenazas, odio y un discurso de muerte sacuden cada vez más las redes sociodigitales.
¿Qué sigue? El uso de la tecnología para consensuar el discurso de odio en un país cada vez más dividido.
* Académico de la FCPyS—UNAM, IPN, UIA y consultor político @gersonmecalco