París.- Reporteros Sin Fronteras (RSF) advirtió hoy de que el comienzo de este año ha sido "negro" para la prensa, con 47 periodistas o colaboradores asesinados en el primer semestre, especialmente en Afganistán, con once muertes, y Siria, con siete.
Esa cifra contrasta con los 65 periodistas que murieron en el mundo a causa de su profesión en todo 2017, uno de los años menos mortíferos para los profesionales de los medios, y con los 34 asesinatos que se registraron solo en ese primer semestre.
En estos seis primeros meses, México (5) y Yemen (5) se sitúan igualmente entre los países más peligrosos para los informadores, según el barómetro de violaciones a la libertad de prensa difundido por la ONG, que reafirmó hoy su compromiso con los amenazados.
En Afganistán, que ocupa el puesto 118 de 180 en su última clasificación de la Libertad de Prensa, RSF destacó que las mujeres periodistas son "particularmente vulnerables en un país donde la propaganda fundamentalista se aplica en varias regiones".
Además de los once periodistas asesinados, "otros muchos están amenazados de forma permanente por las diferentes partes en conflicto".
RSF añadió que Siria y Yemen, que ocupan respectivamente los puestos 177 y 167 de esa clasificación, son "verdaderos agujeros negros de la información", con numerosas víctimas entre los pocos periodistas que trabajan sobre el terreno.
Muchos, dijo en su comunicado, no tienen otra opción que abandonar su oficio e incluso sus países por las amenazas.
La organización en defensa de la libertad de prensa subrayó igualmente que México (en el puesto 147 de la lista) sigue considerado como el país más peligroso del continente americano para los reporteros, con esos cinco asesinatos y amenazas a otros 14 profesionales.
RSF detalló que a Afganistán, Siria, Yemen y México va dirigido un tercio de todo su presupuesto para apoyar a los periodistas a través del mundo, que entre otras cosas se destina a su seguridad y les ayuda a afrontar las necesidades más urgentes si tienen que huir.
París.- Reporteros Sin Fronteras (RSF) advirtió hoy de que el comienzo de este año ha sido "negro" para la prensa, con 47 periodistas o colaboradores asesinados en el primer semestre, especialmente en Afganistán, con once muertes, y Siria, con siete.
Esa cifra contrasta con los 65 periodistas que murieron en el mundo a causa de su profesión en todo 2017, uno de los años menos mortíferos para los profesionales de los medios, y con los 34 asesinatos que se registraron solo en ese primer semestre.
En estos seis primeros meses, México (5) y Yemen (5) se sitúan igualmente entre los países más peligrosos para los informadores, según el barómetro de violaciones a la libertad de prensa difundido por la ONG, que reafirmó hoy su compromiso con los amenazados.
En Afganistán, que ocupa el puesto 118 de 180 en su última clasificación de la Libertad de Prensa, RSF destacó que las mujeres periodistas son "particularmente vulnerables en un país donde la propaganda fundamentalista se aplica en varias regiones".
Además de los once periodistas asesinados, "otros muchos están amenazados de forma permanente por las diferentes partes en conflicto".
RSF añadió que Siria y Yemen, que ocupan respectivamente los puestos 177 y 167 de esa clasificación, son "verdaderos agujeros negros de la información", con numerosas víctimas entre los pocos periodistas que trabajan sobre el terreno.
Muchos, dijo en su comunicado, no tienen otra opción que abandonar su oficio e incluso sus países por las amenazas.
La organización en defensa de la libertad de prensa subrayó igualmente que México (en el puesto 147 de la lista) sigue considerado como el país más peligroso del continente americano para los reporteros, con esos cinco asesinatos y amenazas a otros 14 profesionales.
RSF detalló que a Afganistán, Siria, Yemen y México va dirigido un tercio de todo su presupuesto para apoyar a los periodistas a través del mundo, que entre otras cosas se destina a su seguridad y les ayuda a afrontar las necesidades más urgentes si tienen que huir.