‘El Chino Ántrax´: el fin de la era de un sicario en Culiacán

Tras fugarse de la prisión domiciliaria en San Diego, USA, José Rodrigo regresó a su terruño para ser asesinado junto con su hermana

Martín Durán | El Sol de Sinaloa

  · lunes 18 de mayo de 2020

Foto: Cortesía | Fiscalía del Estado

Culiacán, Sin.- El operativo criminal para privar de la libertad a José Rodrigo Aréchiga Gamboa, “El Chino Ántrax”, otrora poderoso jefe de sicarios del Cártel de Sinaloa, junto con su hermana y un cuñado, fue en medio de una estruendosa balacera a la que no acudió ninguna corporación policiaca en la colonia Guadalupe Victoria de esta capital sinaloense.

Los registros del Centro de Control, Comando, Comunicaciones, Cómputo e Inteligencia señalan que fue poco después de las 11 de la noche del pasado viernes 15 de mayo, cuando un grupo de sicarios arribó al domicilio de la hermana del Chino Ántrax, identificada como Ada Jimena, y balearon la fachada con fusiles pesados y tumbaron el portón chocando un vehículo.

Fue así como pudieron penetrar al domicilio y llevarse a la fuerza a José Rodrigo, a Ada Jimena y a su esposo Juan G, quien era hermano del fallecido diputado local de Morena, Ocadio García, quien murió en abril pasado de una afección cardiaca.

MOVIMIENTO

“Uno de los supervisores le dice al C4 que vayan las BOMU a apoyar ya que hay reportes de disparos y “levantones”, fue una de las transmisiones obtenidas por El Sol de Sinaloa, pero que no fue respondida. El Chino prácticamente se quedó solo.

Según informes de la Policía Investigadora, los sicarios se llevaron a los tres en la camioneta BMW línea X5, con matrícula VTL- 141A, que de acuerdo a los archivos de la policía, era propiedad de Ada Jimena.

Ya con su “presa”, se enfilaron hacia la carretera a Sanaloa para posteriormente tomar un tramo de terracería a la comunidad de Ayuné, en donde dieron muerte al “Chino Antrax”, a su hermana y a Juan.

Foto: Cortesía | Fiscalía del Estado

Allí a un lado del camino fueron encontrados en el interior de la unidad. El Chino presentaba huellas de tortura y golpes en la cara. Con la confirmación de su muerte, también sobrevino una ola de especulaciones sobre una guerra que se gesta en Culiacán desde hace meses, entre las células de pistoleros al servicio de Ismael “El Mayo” Zambada y los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, quienes han ganado palmo a palmo terreno en todo Sinaloa, de acuerdo con fuentes de seguridad.

El ESCAPE DEL CHINO

El Chino Ántrax apenas tenía 9 días de haberse fugado de la prisión domiciliaria que le había impuesto un juez de la Corte Federal de San Diego, California, para purgar una sentencia de cinco años más que se sumaban a los seis que ya llevaba bajo custodia.

De acuerdo con los documentos de la Corte, desde el 3 de marzo pasado el abogado de José Rodrigo, Frank J. Ragen, había logrado que su cliente fuera pasado a reclusión domiciliar. Acomodado en una casa de ese lugar de California, el 6 de mayo los oficiales que acudieron para que firmara su permanencia reportaron que El Chino se había marchado llevándose sus efectos personales, dejando solamente un celular, al parecer para evitar rastreos de GPS.

Con su fuga, en Sinaloa de inmediato se especuló entre las filas de las corporaciones policiacas que Rodrigo podía eventualmente reforzar al equipo criminal del Mayo Zambada, ya que uno de sus jefes de sicarios identificado como “El Ruso”, mantiene una franca disputa contra el grupo de Los Chapitos.

Pero Los Chapitos han ganado velozmente terreno, sobre todo en la zona norte de la capital sinaloense, en donde se han registrado hechos violentos, ataques contra policías municipales y justo este domingo 17 de mayo, la privación de un agente de la Policía Investigadora de la Fiscalía.


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“En la zona de Paredones han levantado a gente que trabajaba para Los Petras (Gabriel Valenzuela)”, cuenta un poblador que describe los comandos que pasan por una de estas comunidades del norte de Culiacán.

El Chino no sabía que tras más seis años de ausencia de Sinaloa, la estructura del Cártel de Sinaloa, cambiante siempre, inamovible con los jefes, quizá no estaba para respaldarlo. Tras el hallazgo de los cuerpos en la camioneta, el personal de Servicios Periciales se trasladó al Servicio Médico Forense en la zona poniente de la ciudad, instalaciones que fueron “blindadas” por elementos de la Policía Estatal y el Ejército.

El hermetismo por parte de las autoridades fue evidente. Nadie respondía las llamadas. Ningún agente quería hacer comentario alguno. A mediodía del sábado 16, horas después del hallazgo, se corrió la información que la mujer victimada era Ada Jimena, pues la camioneta estaba registrada a su nombre.

Pero fue durante la noche del mismo sábado cuando del SeMeFo se filtraron fotos del cadáver de un joven con barba, bigote y tez morena que confirmaba que se trataba de El Chino Ántrax. De manera oficial la Fiscalía de Sinaloa, que operó con discreción el asunto, informó que pasó la carpeta de investigación a la Fiscalía General de la República, al tratarse de delincuencia organizada.

Foto: Cortesía | Fiscalía del Estado

Hasta la mañana de este domingo, familiares de los hermanos Aréchiga Gamboa se decidieron a acudir a reclamar los cuerpos. Policías indicaron que temían que la violencia los alcanzara a ellos también.

La tarde de este domingo 17 se confirmó que los restos de El Chino y su hermana no serían velados en Culiacán, sino en un rancho de las afueras, cercano a la Laguna Colorada.

EL EXILIO DE SINALOA

Poco se supo de la razones que tuvo el Chino Ántrax para abandonar Sinaloa en aquel 2013, pero de acuerdo con fuentes de la Fiscalía del Estado, una disputa con Iván Achivaldo Guzmán Salazar, el hijo mayor del Chapo, en uno de los antros del Desarrollo Tres Ríos, obligó al Mayo Zamabada a “darle vacaciones” a Rodrigo.

El Chino se embarcó en un viaje largo por Europa y Medio Oriente, en donde iba dejando rastros a través de su cuenta de Instragram: fotografías donde lucía una vida ostentosa, de lujos y gustos caros.


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Cobraba notoriedad en sus redes sociales, que era una herramienta vital para la policía que lo seguía. Otros señalan que fue puesto por su misma gente, quien tenía contactos con la Interpol y la DEA (policía de Estados Unidos).

“El Chino” ya era todo un personaje para la policía gringa, ya que era señalado de colaborar en el trasiego de la droga con un grupo delictivo conocido como “Los Nitro”, que operan en el sur de california.

José Rodrigo Aréchiga Gamboa siempre trató de esconder sus orígenes. A los 19 años de edad dejó de trabajar de taquero e ingresó a las filas del “narco”.

En el año 2008 su jefe principal Vicente Zambada Niebla, es capturado y pasa Aréchiga Gamboa a ocupar su puesto. Todo con la venia de su padrino (como él le llamaba) a El Mayo Zambada.

Aunque ya tenía la fama de “ser el jefe”, decidió vestirse de payaso e ingresar a una fiesta infantil en Los Cabos, Baja California para asesinar a balazos a Rafael Arellano Félix, en 2013. Ese crimen le dio más poder ante sus superiores.

Cuando era adolescente quiso entrar al Ejército Mexicano y ser piloto, pero fue rechazado por tener psoriasis; una afección de la piel. Irónico de la vida, si logró “volar muy alto”. Sobre la adopción del apodo de "ántrax", todo se debió al fantasma que se propagó durante la guerra de Irak del uso de esta enfermedad como ataque terrorista.




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